OPINIÓN
Mateo Kovacic se ha declarado en rebeldía para abandonar el Real Madrid rumbo al Chelsea. El futbolista croata no ha acabado de encontrar el hueco en el hermético centro del campo merengue formado desde hace un tiempo por Kroos, Casemiro y su compatriota Modric. Esperar una oportunidad fue su sino durante la pasada temporada. Un guión que podría ser distinto con Lopetegui, pero al que no da Kovacic oportunidad de revelarse.
Kovacic, Courtois y los jugadores que dejaron de entrenarse por rebeldía
Aunque en principio el cuadro madridista esté apartemente cubierto, la pérdida de Kovacic, si es que se produce, es más dañina de lo que parece para el plantel. El centrocampista aúna juventud y experiencia, además de una capacidad de atravesar líneas rivales en la medular, con la misma facilidad con la que un cuchillo unta la mantequilla.
Teniendo en cuenta que en la actualidad el fútbol se genera en la zona central de la cancha y que Kovacic va camino de convertirse en un especialista, prototipo de ser un hombre de área a área, de un ‘box to box’, aunque quedan detalles por pulir, el Real Madrid no debería arriesgarse a desprenderse de un valor al alza, aunque sea en calidad de cedido.
Próximos partidos
La llegada de un nuevo técnico a Chamartín y la elevada edad de Modric, además del peso de los minutos que suma Kroos y de la extensa temporada que firmará el Real Madrid otra vez merced al Mundial de Clubes, invitaban a pensar que este curso estaría destinado a ser la constatación de Kovacic como una de las apuestas firmes del equipo, como uno de los futuros pilares del Real Madrid, el cual está ahora más cerca de viajar a Inglaterra que de confirmarse como nueva estrella blanca.
