Seis minutos han pasado desde que Diego Costa ha visto la primera tarjeta amarilla hasta que se ha ido expulsado ante el Getafe. Por el medio, un gol y una celebración que han sido los causantes de la tarjeta roja. Decidme si esto no es 100% Diego Costa.
Así ha sido el recibimiento del Wanda Metropolitano a Diego Costa
Esa ha sido la carta de presentación del '18' del Atlético de Madrid, que volvía a casa después de dos años y medio metiendo goles en la Premier League. Entendible esa efusividad al celebrar el tanto que encarrilaba la victoria de los rojiblancos y que le costaría la expulsión, y es que otra cosa no, pero a Diego Costa la pasión por lo que hace se le cae de los bolsillos.
Getty ImagesPróximos partidos
Ha sido el Diego Costa de toda la vida, el recordado por todos. Se ha pegado con la defensa del Getafe -en algunos momentos casi de manera literal-, ha peleado cada balón como si fuera el último, ha bajado a recibir balones, ha conectado con sus compañeros, ha visto una amarilla por excederse con Djene y ha vuelto a ver puerta como hiciera en su debut ante el Lleida.
Todo estaba siendo tan perfecto, todo estaba siendo tan idílico, que Diego Costa ha obviado que tenía cartulina amarilla y se ha ido a celebrar su tanto con la grada rojiblanca. A escasos metros ya esperaba el colegiado del encuentro, Munuera Montero, para enseñarle la segunda amonestación y la correspondiente roja. Game over. Para el partido y para Diego Costa, que no podrá estar frente al Eibar en la próxima jornada.
A pesar de ello, la puesta en escena del delantero hispano-brasileño ha sido más que positiva y todos coinciden en una cosa: este Atlético de Madrid con Diego Costa tiene un plus muy a tener en cuenta a partir de ahora. Dos ratitos en el césped, dos goles.
