Lejos queda el verano de 2015, aquel en el que el Barcelona no pudo fichar al cumplir sanción de la FIFA por las irregularidades en la contratación de menores extracomunitarios. El cuadro azulgrana venía de ganar el segundo triplete de su historia de la mano de la MSN y se sabía el rival a batir por todos. Xavi Hernàndez acababa de irse a Qatar y Luis Enrique Martínez aconsejó la llegada de Arda Turan tras brillar por su calidad y actitud en el Atlético de Madrid.
OFICIAL: Arda Turan deja el Barcelona para firmar con el Istambul Basaksehir
Arda, como Aleix Vidal, llegó a sabiendas de que debería estar sin jugar varios meses, hasta que se reabriera el mercado de fichajes en 2016 y el Barcelona pudiera inscribirles a ambos. La primera lesión grave de Rafinha Alcántara permitió pensar en inscribirle antes de tiempo pero con el veto planando sobre la cabeza del club el Barcelona rechazó abrir un nuevo frente con la FIFA y esperó a enero. Debutó ante el Espanyol y dejó destellos de su calidad. Pero no pasó de ahí.
Próximos partidos
"Aquí se corre mucho" soltó poco antes de marcharse del Atlético. El Barcelona al que llegó, con tres centrocampistas que tácticamente debían ser muy disciplinados o compensar estas carencias con sacrificio físico le penalizaron. Incapaz de aportar nada en la media, Luis Enrique le ató en corto a partir del verano de 2016 e incluso marcó el hat-trick perfecto -con la diestra, con la zurda y de cabeza-, algo que se le resiste hasta a Leo Messi. Pero, vetado como centrocampista, la MSN coartó su crecimiento como extremo izquierdo y acabó como mero suplente de Neymar Da Silva.
Ya sin el brasileño y con Ernesto Valverde en el banquillo no ha conseguido cambiar la dinámica y esta temporada se ha convertido en el único jugador del Barcelona que no ha entrado en una sola convocatoria a pesar de que con el 'txingurri' empezaran todos de cero. Arda, acomodado en exceso como consecuencia de un sueldo desorbitado, no estuvo por mucho que Valverde le esperara... unos meses. La situación se había vuelto irreversible y el Barcelona no ha conseguido ninguna otra salida que una cesión hasta el fin de sus días en azulgrana, lo que da buena fe de lo ruinosa que ha sido su incorporación. Lo único positivo es que el Barcelona ya no le pagará ni un solo euro, tal y como confirmó el vicepresidente deportivo, Jordi Mestre: "el club turco se hace cargo de toda la ficha". Ya lo ven, un fichaje ruinoso hasta el final.
