OPINIÓN
Neymar Junior no recordará con mucho alegría el año 2018 que está a punto de acabar y que es el primero que pasa completo militando en el PSG. Un curso en el que para France Football ha acabado siendo considerado como el 12º mejor jugador del mundo en las votaciones para el Balón de Oro y ni siquiera estuvo entre los 10 nominados al The Best que entrega la UEFA.
El brasileño comenzó 2018 sufriendo una grave lesión en febrero que le obligó a perderse lo que quedaba de temporada con el PSG, incluido el partido de vuelta de octavos de la UEFA Champions League ante el Real Madrid que supuso su eliminación del torneo. La lesión rebajó su cuota de protagonismo en la consecución de la Ligue 1 y las dos Copas de Francia, que sí ayudó a encarrilar.
El Mundial de Rusia era su gran tabla de salvación para cambiar la dinámica pero acabó siendo eliminado en cuartos de final ante Bélgica y Neymar, que marcó dos goles en el torneo, acabó siendo más protagonista por las faltas que recibía y sus protestas que por su fútbol. En los primeros meses del año ya quedaba claro que no iba a estar entre los mejores del mundo y así se ha confirmado.
A pesar de la lesión había anotado 28 goles en 32 partidos oficiales pero la sensación es que no ha cumplido las expectativas en el año en el que se esperaba su explosión definitiva asumiendo el reto de ser un líder de un grande de Europa y esa sensación lo ha condenado a estar fuera del Top-10 en todos los grandes galardones individuales.
Próximos partidos
Aunque las lesiones no le han ayudado, lo cierto es que Neymar ha pasado de ser el tercer jugador del mundo en 2017 jugando en el Barcelona y sólo unos meses en el PSG, a ser el 12º en su primer curso completo jugando en París. El brasileño, como le ocurre a Cristiano Ronaldo que no pudo revalidar la primera posición tras irse a la Juventus, ya sabe que fuera del Camp Nou hace casi tanto frío como lejos del Santiago Bernabéu, al menos en cuanto a los premios individuales se refiere.
