Los Clásicos en el futbol mexicano tienden a presentar una rivalidad única que incrementa paulatinamente tras cada partido. El Tapatío, por ejemplo, es uno de los más añejos y la aversión entre Chivas y Atlas tiene un fundamento histórico inolvidable para ambas aficiones.
El Clásico Tapatío surgió poco después del nacimiento de los Rojinegros en 1916. Diez años de existencia tenía Guadalajara como club cuando un nuevo equipo llegó a la ciudad para tratar de arrebatarles algo de afición al Rebaño Sagrado.
Jalisco inmediatamente se dividió en dos: Rojinegros y Rojiblancos . Los primeros se caracterizaban por ser de la clase alta, económicamente hablando, mientras que los segundos pertenecían a la media, un rasgo que hizo aún más fuerte la rivalidad.
Un mes después de la fundación de Atlas se vivió el primer duelo ante Chivas. El juego fue suspendido por falta de garantías de seguridad para continuar, ya que una riña interrumpió el partido con jugadores, familiares y aficionados envueltos en la pelea.
Desde entonces, ambas aficiones comenzaron a crear apodos para sus rivales. El Rebaño Sagrado define a los Atlistas como "Las Margaritas" , haciendo alusión a la delicadeza de ese tipo de flores. La contraparte hizo lo propio y respondió con el mote de "Chivas brinconas" para el cuadro Rojiblanco.
En las estadísticas, Chivas sigue liderando en el rubro de victorias sobre la Academia con 110 partidos ganados por 94 de sus rivales y 88 empates en los 292 enfrentamientos que han tenido en toda la historia.