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Kepa Arrizabalaga Chelsea 2019-20Getty

Chelsea-España: Kepa, presente y Eurocopa

Jose David Lopez banner

Un mes y cinco días. Tiempo suficiente para adquirir rutinas. Lo de apuntarse al gimnasio y tomar conciencia de lo positivo que aporta a tu cuerpo. Lo de estudiar ese idioma que siempre quisiste aprender y tu cabeza te insistía en no desistir. Incluso lo de sentarse a leer ese libro que tenían ganas de devorar pero cuyo espacio en la mesilla ya estaba sumando polvo. Más de un mes resulta suficiente para todas esas tareas pendientes o deseos internos que el ser humano necesita afrontar para sentir que, de una u otra manera, vive. E, igualmente, más de un mes resulta excesivo para muchas otras cosas. Entre ellas, excesivo cuando siempre saltabas el primero al césped, cuando siempre eras al que todos buscaban en las jugadas clave y cuando siempre fuiste ese que había costado su precio en oro. Ser portero suplente (sin haberlo sido antes), es un castigo con grises presagios de solución. Kepa Arrizabalaga lleva un mes y cinco días sin ser el portero titular del Chelsea.

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El portero, fichaje más caro con protagonismo de bandera española (80 Mill€ pagó el Chelsea al Athletic Bilbao el verano 2018/19), fue titular absoluto la temporada pasada como Blue. Jugó 36 de los 38 partidos ligueros (por molestias físicas) y también fue intocable en Europa League y FACup. Un cúmulo de minutos, crecimiento y regularidad, que permitió a Kepa el asalto más importante de su carrera, convertirse en el nuevo portero titular de la Selección Española. David De Gea, que hizo suyo tal rol (post Casillas), atravesaba momentos de dudas y, dañado por diversas dudas en sus partidos internacionales de selecciones, dejó su papel protagonista con la llegada de Robert Moreno como seleccionador. El cambio, que no sorprendió demasiado globalmente, rápidamente colocó a Kepa, con naturalidad, como número uno de España. Todo parecía encarrilado al mejor momento de la carrera del portero vasco.

Este curso, Frank Lampard readaptó su planificación como nuevo entrenador del Chelsea, a los problemas derivados de la falta de alternativas de mercado. El club londinense arrastraba castigo de la UEFA (por mala praxis en la contratación de jóvenes y menores para su Academia) y no podía contratar nuevos futbolistas, lo que hizo que el año fuera tildado rápidamente de transición y de utilidad máxima para saciar los sueños de esos jóvenes que siempre eran cedidos por diferentes clubes ingleses o europeos sin poder tener posibilidades reales en Stamford Bridge. Lampard, como ex icono, era el ideal del banquillo para tal readaptación del club. No tardó en demostrarlo cuando, pese a sus problemas evidentes de mercado y de conjugar la competitividad con las variables, sacó a Abraham, Mount o James del anonimato a ser titulares y estrellas nacionales. Y, pese a todos esos cambios, nunca tocó la portería, donde Kepa era invariable.

No había motivos hasta que el portero español empezó a dejar algunas actuaciones por debajo de su nivel de regularidad, serenidad y tranquilidad bajo palos. Varios encuentros donde no acertó en ciertas acciones y donde la desestabilidad defensiva acabó por condenarlo, lo debilitaron. Todo empezó a ser excesivamente peligroso para su titularidad tras dos errores ante el Everton que le costaron una derrota a los Blues. Desde ahí, el rumor sobre su bajón, su falta de concentración en aspectos concretos bajo palos y su falta de liderazgo caracterial en un rol de semejante importancia, empezaron a multiplicarse entre hinchas y analistas. El mes de diciembre y enero fue duro para los de Lampard, que perdieron varios partidos casi consecutivos, dos de ellos como local y encajando goles con excesiva facilidad. Poco después, el cambio bajo palos iba a ser una realidad y Kepa jugó su último partido como titular el 21 de enero ante el Arsenal (2-2). 

La competición copera, FACup, surgió el día 25, es decir, sólo cuatro días después. Allí, surgió la figura del casi olvidado Willy Caballero, que asume hace años ese perfil de portero suplente (primero en Manchester City y ahora en Chelsea) con naturalidad por su dilatada carrera y sus ya poderosos psicológicamente, 38 años. El argentino parecía ser el elegido para el torneo copero, habitual contexto de rotación en las temporadas de clubes top, pero no fue así. Continuó jugando ante Leicester (2-2), Manchester United (0-2) y Tottenham (2-1), todos en Premier y todos, encajando goles y sin mejorar excesivamente los resultados ya titubeantes de esta etapa del curso londinense. El regreso de la Champions no tenía por qué derivar en un regreso al pasado, y no fue tal, porque Caballero fue titular ante el Bayern y sí, de nuevo, fue drásticamente golpeado por las tropas muniquesas en un show bávaro que deja prácticamente fuera de la Copa de Europa el proyecto ‘juvenil’ de Abramovich.

La realidad de la suplencia de Kepa Arrizabalaga, trae, además, numerosos debates internos. El primero, en ‘idioma Chelsea’, es haber condicionado a problema ese rol de portero, pues Caballero tiene 38 años, no es el mejor aspirante al futuro del club y, además, su presencia tampoco ha otorgado mayor tranquilidad en ese sentido a su defensa. Se da por sentado que existe un problema personal e interno que explique el cambio de Lampard, que incluso ha llegado a apuntar en rueda de prensa que hasta que Caballero no tenga errores puntuales notorios, él es el nuevo portero titular de su equipo. La llamada meritrocacia de Frank, llevada al extremo. Un claro mensaje a Kepa, al que la rumorología sobre un adiós a Londres, no tardará en acuciar.

Lo particular de la pérdida de la titularidad del portero español, es que abre mil debates nuevos en todos los frentes donde él era habitual. El primero, claramente, se representa en la Selección Española. Kepa estaba siendo titular con Robert Moreno y ahora, con Luis Enrique, tendría opciones de debatirle la titularidad a De Gea como ya hizo estos últimos tiempos. Sin embargo, su suplencia puede acabar por condenarlo incluso de la lista de convocados para los próximos partidos y hasta poner en peligro la Eurocopa 2020. El entorno de la federación Española y del seleccionador nacional, tiene muy en cuenta este cambio de giro en la importancia y continuidad de Kepa, apuntándose ya como foco principal que puede llevar a cambios inmediatos. Y ahí entraría Unai Simón. Resulta curioso que un ex portero del Athletic (Kepa), pueda ser ahora el impulsor (sin querer) del arreón definitivo del actual portero del Athletic hacia la portería de la Selección Española. Unai cuenta con una temporada poderosa en lo individual, gigantesca en rendimiento y creciente en aspiraciones para los próximos años, pues solo tiene 22 años.

Y aunque no sea cuestión nacional en España, la suplencia de Kepa en el Chelsea abre una puerta, inesperada ya, al propio Willy Caballero. El portero de Entre Ríos vistió la albiceleste en el pasado Mundial y desde su último partido allí ante Croacia (0-3), no ha vuelto a ser titular con su país. Otros porteros también entredós en la ‘treintena’ como Armani o Marchesín, parecían haber ganado opciones, e incluso Andrada o Muso, han ganado enteros últimamente para ser arqueros titulares de Argentina. Por ello, esta titularidad inesperada puede otorgar a Willy un premio incluso mayor, el de ser titular con Argentina en la Copa América 2020 que se disputa en junio y para la que, probablemente, ya habría desechado incluso verdaderas posibilidades. 

Una decisión, varios implicados y países que pueden cambiar drásticamente sus planes inmediatos en un rol tan importante como psicológico, el de portero. Para Kepa, como para cualquier otro, un mes y cinco días en el banquillo son… demasiados.


 
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