Mira el pasado y se encuentra con los flashes de Arsenal, de Juventus y de la Selección de Dinamarca. Mira el presente y se halla en prisión domiciliaria, con una tobillera electrónica, cumpliendo una condena de 50 días por agredir a un taxista que sufrió una rotura de mandíbula. Nicklas Bendtner, con 30 años, vive en las sombras tras conocer los cielos.
El incidente por el que recibió el castigo sucedió en septiembre, en Copenhague. El delantero, quien tiene contrato con el Rosenborg, de Noruega, tuvo que indemnizar además al agredido con una cifra cercana a los dos mil euros. “Se puede ver el puñetazo y la patada. Es una condena por violencia, violencia bastante grave”, se lee en el fallo.
“Desearía que todo esto no hubiese sucedido, ni a mí ni al taxista, que luego perdió su trabajo. Independientemente de cómo se comportase o lo que dijese, no es algo que le hubiese deseado”, escribió el futbolista en su cuenta de Instragram, donde, además, subió una foto con su tobillera.
Rosenborg, por su parte, ya anunció que volverá a contar con el danés cuando cumpla su pena. ¿Volverá también al seleccionado de su país (30 goles en 81 partidos)? Es una incógnita...
