Una vez más, Sergio Agüero está descontento con su actualidad en el Manchester City de Pep Guardiola, según pudo saber Goal. Fuentes cercanas al Kun dejaron en claro que él cree que lo están tratando injustamente y que el catalán pretende que deje el club inglés.
El argentino, que se convirtió en el máximo goleador histórico del City esta temporada, siente que sus logros recientes y sus esfuerzos por adaptar su juego durante el año pasado no son lo suficientemente valorados y considera que Guardiola está aprovechando cualquier oportunidad para forzarlo hacia la puerta de salida.
El entorno de Pep asegura que no hay problemas con Agüero e insisten en que el ex-Atlético de Madrid es propenso a cambios de humor cuando no juega, como ocurre con la mayoría de los atacantes. De hecho, parte de la razón por la cual el City no intentará fichar a Alexis Sánchez en enero es porque Guardiola está contento con los rendimientos del Kun y Gabriel Jesús como centrodelanteros.
Sin embargo, el jugador de la Selección argentina está convencido de que, poco a poco, su ciclo en Manchester se está terminando; situación que ya había explotado puertas adentro durante gran parte de la temporada pasada y que aparentemente se había resuelto.
Próximo partido
Hace cerca de doce meses, Agüero comenzó a sentir que era marginado por Guardiola, quien constantemente exigía cambios en su juego, y el ánimo del delantero se opacó aún más cuando perdió su lugar ante el joven brasileño a comienzos de 2017. En una rara entrevista posterior al partido en febrero, el futbolista surgido de Independiente sugirió que el club tendría que decidir si quería que se quedara en el Etihad Stadium o no, y que se sentaría con los dueños de club durante el verano europeo. El elemento crucial para el fastidio de Agüero sería que durante la pretemporada se le había asegurado que las cosas cambiarían.
Según supo Goal, el delantero habló con el presidente del City, Khaldoon Al Mubarak, en Los Ángeles. Durante esa conversación, Al Mubarak le pidió a Agüero que permaneciera en el club y le aseguró que los problemas entre él y Guardiola se resolverían. Entusiasmado por esa charla, se alegró de saber que no lo iban a vender y desde ese momento ya no volvió a considerar una transferencia. Incluso el argentino de 29 años mejoró como jugador como resultado de las exigencias del entrenador y se creía que había logrado dejar atrás su decepción.
Pero en las últimas semanas, el Kun llegó a la conclusión de que las cosas no cambiaron y una vez más está preocupado por su futuro, ya que a pesar de su popularidad en el club, él sigue sintiendo que Guardiola se saldrá con la suya y lo terminará marginando del City, tal como le ocurrió a Joe Hart: a mediados de 2016, los dueños del club le pidieron al DT que mantuviera al arquero dentro del plantel, pero el catalán insistió en que lo vendan porque no se adaptaba a su estilo; si bien las situación actual de Agüero no es similar, sirve como un ejemplo del poder del entrenador detrás de escena.
Agüero quedó perplejo por la decisión de dejarlo fuera del clásico de Manchester a principios de diciembre, y dejó claro su disgusto después de ser reemplazado en el minuto 55 del triunfo ante el Tottenham. También se dice que quería estar en el duelo por la Copa de la Liga ante Leicester City esta semana, cuando fue uno de los jugadores del primer equipo en tener la noche libre.
Otros ejemplos de principios de la temporada incluyen el enojo de Guardiola con Agüero por asistir a un recital en Ámsterdam en la previa del partido ante Chelsea en septiembre. Si bien el técnico insistió públicamente en que no tenía ningún problema con las actividades del jugador en su día libre, lo cierto es que en privado lo que vio como un viaje imprudente. El Kun estuvo involucrado en un accidente automovilístico en el camino del concierto hasta el aeropuerto y aunque se recuperó rápidamente de la lesión sufrida en las costillas, el delantero cree que Pep lo dejó en el banco por varios partidos como una forma de castigo.
Los fanáticos señalarán que el argentino celebró las victorias recientes contra el United y los Spurs con entusiasmo, y de hecho se abrazó a Guardiola en pleno Old Trafford. Su entorno subraya que está encantado con las actuaciones recientes del equipo así como con su relación con sus compañeros y el trato que recibe de otros altos dirigentes del City. Su único problema radica en lo que él percibe como un pobre trato por parte de Guardiola hacia él. Algo similar a lo que le ocurre a Claudio Bravo, quien está contento con su vida en Manchester, pero tiene una relación fría con el catalán.
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Agüero cree que la única razón para que su futuro esté en discusión es la falta de atención por parte del entrenador. También es muy reacio a hablar públicamente sobre sus sentimientos, y cree que el catalán aprovechó esa situación para sugerir que es el propio Kun quien podría forzar cualquier transferencia: "Cuando Sergio decida abandonar el Manchester City, será su decisión", había dicho Pep.
Desde el cuerpo técnico de Guardiola hacen hincapié en que el delantero será más feliz una vez que logre asentarse en el equipo, que no tienen ninguna preocupación sobre su compromiso y que sus sentimientos actuales simplemente equivalen a una tormenta en una taza de té.
Pero dado que hasta el presidente del City interviene personalmente en este caso, todavía está por verse cómo se resolverá en esta oportunidad.
