Cinco fechas sin ganar y de no ser por Adriancho, por poco la segunda derrota en línea para el América de Cali, que aún con el empate, se complicó en su camino hacia los ocho que disputarán los Cuadrangulares, pues el margen de error será mínimo de ahora en adelante.
Y se complicó solo el equipo de Guimarães, partiendo por la propuesta misma del técnico y las variantes que intentó, especialmente en el medio campo. La inclusión de Daniel Quiñónes en la primera línea de volantes no fue positiva, pues Jaguares supo cómo explotarlo. Además dio ventajas con Lemos y Mosquera para dejar a Quiñónes y Peña en el banco, pues cuando estos dos últimos ingresaron, lideraron la ofensiva para encontrar el penal y posterior empate.
La reacción tardía del equipo y del técnico, permitieron que la visita se hiciera al control del juego, para llegar al gol con eficacia. Lo de América en todas sus líneas fue tan preocupante, que Ramos terminó cortando una racha de 14 partidos sin marcar, remarcando la falta de ideas en el medio que ha sufrido el equipo pese a tener varios nombres importantes para cumplir ese rol.
Décimo, con 24 puntos, el Diablo Rojo ahora debe estar pendiente de los equipos que le superan en la tabla, especialmente de Once Caldas y Junior, que saldrán a escena mañana. Dependiendo de esos resultados el panorama será mucho más claro, pero inicialmente y teniendo como margen de clasificación los 30 puntos, el Rojo tendrá que sumar al menos 6 de 9 puntos ante Alianza Petrolera, Pasto y Unión Magdalena para aspirar a un lugar en la semifinal. Se complicó solo, producto de tantos empates e incapacidades individuales y colectivas.
