Después del empate 1-1 de Francia con Polonia el último martes, el entrenador Didier Deschamps declaró: "Un nuevo torneo está a punto de comenzar. No siempre se puede leer una competencia solo desde la fase de grupos".
Es un punto válido, por supuesto. Portugal no logró ganar un solo partido durante la fase de grupos de la Euro 2016 y aún así logró levantar el trofeo. Por otro lado, Países Bajos llegó a los cuartos de final en 2008 con un pleno de victorias contra rivales de mucho peso como Italia y Francia, además de Rumanía, solo para sufrir una sorprendente derrota a manos de Rusia.
La fase de grupos es, innegablemente, un buen indicador de cómo se está formando un equipo antes de los cruces eliminatorios. Y simplemente no hay forma de dejar de lado el hecho de que Francia no ha estado ni cerca de encontrarse a la altura de su cartel de gran favorito en Alemania.
Les Bleus han sido malos. Tan malos que estuvieron al mismo nivel de la Inglaterra de Southgate. De hecho, si no fuera por los Tres Leones y su fútbol adormecedor, Francia estaría bajo mucho más cuestionamientos en este momento. De hecho, a diferencia del equipo británico, los de Deschamps sido castigados por su bajo desempeño al caer del lado más duro del cuadro eliminatorio tras terminar segundos en su grupo por detrás de Austria.
Aún existe la presunción de que las cosas eventualmente se resolverán para un equipo que siempre parece encontrar la manera de ganar, especialmente cuando más importa. Sin embargo, no hay absolutamente ninguna garantía de que Francia evitará una segunda eliminación consecutiva en los octavos de final de la Eurocopa. Como lo ha dejado claro la fase de grupos, el entrenador tiene varios problemas por resolver...