Marcelo Gallardo Racing River Copa Libertadores octavos de final 09082018

River en la Copa Libertadores 2018: un equipo fabricado para ser finalista

Desde el primer partido de River en esta edición de la Copa Libertadores hasta el duelo del sábado ante Boca por la primera final pasaron ocho meses y un par de días. En el medio, un mercado de pases en el que sólo se marchó Marcelo Saracchi, al que Gallardo decidió reemplazar con Milton Casco, a quien ya tenía en el plantel. El resto, los mismos.

Las primeras reacciones ante esta decisión del Muñeco de no sumar caras nuevas a un plantel que parecía bastante ajustado fueron críticas. ¿Cómo podía ser que River no incorporara refuerzos para jugar los octavos de la Libertadores, la Superliga y la Copa Argentina? ¿Cómo podía ser que este equipo, después del duro golpe en la semifinal 2017, no agotara sus recursos en pos de sacarse la espina? “A veces, que abunden jugadores en un plantel no es lo recomendable”, respondió Gallardo al ser cuestionado y el tiempo (y su plantel) le dieron la razón.

Y es que, teniendo en cuenta el equipo que salió a la cancha ante Flamengo el 28 de febrero por el primer partido del Grupo D y el que saldría al campo de juego en La Bombonera por la ida de la final ante Boca, los cambios serían apenas cuatro. En aquel encuentro en el Monumental, River formó con Armani; Gonzalo Montiel, Jonatan Maidana, Martínez Quarta, Saracchi; Enzo Pérez, Ponzio, Bruno Zuculini, De La Cruz;  Lucas Pratto y Rafael Santos Borré.

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De ese XI, hay dos cambios obligados: afuera Saracchi (vendido a Leipzig) y Leonardo Ponzio (lesionado). Y otros dos que tienen que ver con el rendimiento personal y el funcionamiento colectivo: Pinola le ganó el puesto a Martínez Quarta y Exequiel Palacios se transformó en una pieza clave, relegando a De La Cruz.

“Es mejor potenciar lo que tenemos”, dijo en agosto Gallardo, que conocía mejor que nadie los recursos con los que contaba. Y, con el diario del lunes, demostró que no se equivocó: el plantel, a priori corto, le rindió al Millonario que, incluso cuando tuvo bajas obligadas (ante Racing en la vuelta de octavos no pudo contar ni con Ponzio ni con Zuculini) logró superar a su rival. Otro acierto del DT.

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