Siempre acompañando la jugada hasta el final, ese es un instinto que no pierde Luis Muriel en el Atalanta, así quedó manifiesto en el tercer gol de los de Bergamo en el debut de Champions, en el que la contundencia volvió a estar a la orden del día.
Muriel luchó codo a codo junto a su compatriota, Duván Zapata quien remató una pelota con tal potencia, que el portero rival no la pudo controlar y fue ahí en donde el de Santo Tomás approvechó para pescar el rebote y gritar el primero de su cuenta personal.