El domingo arranca el 2018 para Boca. Godoy Cruz, en Mendoza, será el primer rival que el Xeneize utilizará como medida para empezar a diagramar lo que será el once que arrancará un semestre repleto de competencia, con una final ante River en el horizonte cercano y el objetivo a largo plazo de la Copa Libertadores. Y Guillermo Barros Schelotto no pierde el tiempo: aprovechará para hacer debutar a dos de los refuerzos que más necesita el plantel.
Leonardo Jara y Frank Fabra fueron parte de una defensa que se consolidó a fines del campeonato pasado y que arrancó con pocas fisuras la Superliga. Sin embargo, la falta de competencia obligó al entrenador a pensar en variantes: lo que llegó, fue jerarquía. Julio Buffarini y Emmanuel Mas regresaron al fútbol argentino para pelear por un lugar y, ante el Tomba, tendrán su primera oportunidad de ganarse el puesto.
Más allá de que compartirán la última línea con Santiago Vergini y Agustín Heredia, una dupla que no jugó nunca junta, la intención del Mellizo es que ambos empiecen a adaptarse a ponerse la azul y oro y, además, que se ajusten a lo que será el nuevo esquema. "Estamos viendo qué sistema táctico usaremos. Todavía no definimos nada y usaremos los amistosos para definirlo", explicó Guillermo. En ese sentido, los ex-San Lorenzo son un parte fundamental del funcionamiento para que el equipo no quede desbalanceado atrás a la hora de sumar atacantes y restar elementos defensivos.
Próximo partido
El primer ensayo será con varios juveniles y mayoría de suplentes, pero el foco, para el DT, estará puesto en los laterales y en cómo se desempeñará el reciclado 4-2-3-1 más allá del resultado. Boca da los primeros pasos, pero los da de a poco.
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