La Kings World Cup Nations no solo coronó a Brasil como campeón, sino que estableció un nuevo estándar en la industria deportiva al alcanzar cifras de audiencia nunca vistas para un torneo de fútbol 7. Con 100 millones de espectadores a nivel global y 1.5 mil millones de impresiones en redes sociales, este evento organizado por Gerard Piqué se consolidó como un fenómeno sin precedentes que trasciende el deporte tradicional.
Durante diez días, los ojos del mundo estuvieron puestos en el Allianz Stadium de Turín, Italia, donde más de 40,000 aficionados presenciaron en vivo la gran final. Brasil derrotó 6-2 a Colombia en un duelo lleno de emoción y talento. Kelvin Oliveira, delantero brasileño, fue la estrella indiscutible, llevándose los títulos de MVP y máximo goleador del torneo.
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