Pablo Perez Boca Juniors Talleres 01042018Getty Images

VIDEO: ¡Desencajado! Pablo Pérez insultó a la platea de Boca luego de su gol agónico ante Talleres

El partido ante Talleres , decisivo para el futuro de  Boca en la Superliga , no fue el mejor encuentro de Pablo Pérez. Impreciso y flojo en el mediocampo, el capitán del Xeneize vio -nuevamente- la amarilla por protestar al final del primer tiempo (llegó a la quinta y no jugará ante Defensa y Justicia) y al irse al vestuario para el complemento fue señalado por algunos hinchas.

Pero sobre el final del encuentro el volante apareció en el área y marcó el triunfo 2-1 que le permite a Boca quedar nueve puntos por encima del único escolta, cuando restan 18 por jugarse, y acercarse más a un nuevo título y su festejo fue escandaloso: salió corriendo y, desencajado e insultó violentamente a un sector de la platea.

"Fue uno de los peores partidos que jugué, me sentía impreciso y muy cansado y con el gol sobre el final me desahogué bastante. Es un paso importante, era el partido del campeonato después de tres semanas muy duras. Es un premio para los jugadores que nos bancamos muchas cosas", se excusó Pérez en charla con Fox Sports Premium y le bajó el tono a su celebración: "Son los nervios que vivimos no sólo nosotros si no la gente, es increíble esta gente".

El artículo sigue a continuación
Un rato después, ya más en frío, el volante pidió disculpas por los insultos. "El desahogo fue porque cuando nos fuimos al entretiempo había uno que me estaba insultando. Se me fue la mano. Se me salió la cadena en ese momento y cuando hice el gol me acordé de él",  explicó, en declaraciones a TyC Sports.

"Me arrepiento porque sale en todos lados. Pero en el momento no me di cuenta. En ese momento me enojé, me calenté, en vez de gritar el gol. A la persona esa que estaba en el túnel, que me disculpe. Que el mensaje no se malinterprete porque no fue para toda la cancha. El ambiente era más para que esté pesado después de perder la final contra River y jugar mal contra Tucumán. La gente tendría que estar más pesada, murmurando o insultando, y fue todo lo contrario", concluyó.

Anuncios