Segundo frente que pierde Millonarios en cuestión de cuatro días. El Embajador no pudo refrendar la goleada que consiguió en Bogotá ante el mismo rival, que por poco lo mete en Playoffs, y con un partido más discreto apena le alcanzó para el empate en Barrancabermeja. Luego, la definición por penales, favoreció al amarillo y negro.
Por cansancio de los partidos acumulados, errores propios y virtudes del rival, así como la distancia de niveles que se vio entre un partido y otro en los dos conjuntos, el resultado fue justo. Más allá que el empate de Petrolera haya nacido de un penal dudoso, había hecho méritos para no dejarse quitar el tiquete.
Lo cierto es que el Millonarios de Alberto Gamero sufrió un fracaso más que se suma a la Copa Sudamericana y Liga BetPlay; pero deja el consuelo de que se ve la mano del técnico, una idea y una base para seguir trabajando en la Liguilla y en el próximo año. El proceso se resiente, pero no colapsa.
El remate del año de otorgó a Gamero y de paso al club, el crédito suficiente para ir por una segunda oportunidad, que con mejores contrataciones y tiempo de trabajo, le dará oportunidad de aspirar con mayor firmeza a los objetivos grandes que traerá el 2021.
