El equipo de Sport Boys no se presentará a jugar en el reinicio del torneo boliviano que posiblemente se haga el miércoles, tras tres semanas de paro de actividades por los conflictos sociales.
El plantel de jugadores no jugarán los próximos partidos porque el club no tiene presidente, nadie se hace cargo, hay deudas y ahora se quedaron sin entrenador tras la renuncia de Víctor Hugo Antelo.
Lo que preocupa al equipo es que los jugadores tienen una deuda de cuatro meses de sueldo y no se conoce del paradero de Carlos Romero, quien posiblemente haya huido a Argentina tras la renuncia de Evo Morales a la presidencia.
El club no puede trabajar estos días porque ni siquiera tienen dinero para alquilar una cancha, por lo que la crisis aumenta más en el Toro de Warnes.