Sergi Roberto ya es un jugador imprescindible para el Barcelona. Como lateral, centrocampista -su posición natural- o incluso como extremo, es un futbolista que juegue donde juegue aporta soluciones. De hecho, cuando ha estado disponible es el único miembro de la plantilla que ha jugado siempre, lo cual da buena cuenta de su consolidación en el primer equipo después de explotar hace dos temporadas como lateral diestro.
La campaña pasada se mantuvo en esta posición a pesar de que también le dio algún que otro respiro a Sergio Busquets como mediocentro y esta temporada ha pisado ya cuatro posiciones distintas, cinco si cuenta la de mediocentro que ocupó frente al Murcia. Ante el Celta regresa como lateral titular mientras espera poder reaparecer con la selección española, la cual alcanzó como carrilero, no como centrocampista. Sin embargo, se ha caído de la última lista de Julen Lopetegui.
El seleccionador argumenta que "hubiera estado en la última convocatoria porque cuando se lesionó lo tenía en mente" por lo que su presencia en el Mundial de Rúsia del próximo verano no debería peligrar. La zona ancha de 'la roja' presenta muchísima competencia, con jugadores como Isco Alarcón, Koke Resurrección o Saúl Ñíguez, entre muchos otros, en una liza por tres posiciones de la que puede acabar cayéndose Thiago Alcántara tras la grave lesión que sufrió la semana pasada.
Pero Roberto entiende tan bien el juego que aporta soluciones juegue donde juegue. En el Barcelona es uno de los que mejor entiende a Leo Messi y en la selección Lopetegui asegura que "posee las características adecuadas y la calidad necesaria para estar con nosotros". Ante el Murcia reapareció tras cuatro partidos de ausencia y sabe mejor que nadie que llega la hora de seguir demostrando que está donde está por mérito propio. Hoy lo hace como titular ante el Celta. Porque Roberto es un jugador que siempre suma, que siempre aporta soluciones.
