"Todos los jugadores que están acá tienen chances de jugar. Nosotros lo analizamos, sabemos que está en un momento increíble y lo tenemos que aprovechar de alguna manera". La frase pertenece a Jorge Sampaoli y hace referencia a Darío Benedetto, el '9' que llegó en julio de 2016 a Boca y, un año más tarde, ya lleva anotados 27 goles en 32 partidos, con una media goleadora de 0,84 y un tanto cada 87 minutos disputados. Números imposibles de igualar que lo llevaron directo a Ezeiza, a codearse con Lionel Messi, Paulo Dybala, Mauro Icardi y Sergio Agüero.
El Pipa, sin embargo, sufre la maldición de casi todo jugador que se desempeña en el fútbol argentino y que es convocado al combinado nacional: está por detrás en la consideración del entrenador. A pesar de que viene de convertir cuatro veces en los últimos dos encuentros oficiales de Boca -dos a Gimnasia y Tiro por Copa Argentina y dos a Olimpo el último fin de semana-, el DT se inclina más por poner de entrada al goleador de Inter de arranque -que también viene de hacer dos dobletes- y tener como primera variante al Kun -que marcó una sola vez en los tres cotejos que disputó en la Premier League-.
Es cierto que los dos atraviesan un presente muy bueno, partiendo desde las estadísticas de sus últimas temporadas. Icardi alcanzó los 26 goles en 39 partidos, mientras que Agüero llegó a los 33 tantos en 48 cotejos. Pero Benedetto, además de estar a la altura en este apartado, tiene características que le podrían servir como mejor variante a Sampaoli: es un centrodelantero mucho más tradicional, pero que también tiene buen manejo de pelota y sabe desplegarse en la cancha sin ella. Ante un esquema que se plantea superofensivo, tanto por adentro como por las bandas, puede ser una opción viable para cambiar el estilo ofensivo, ya que es una función que también desarrolla en el Xeneize.
"Necesitamos ver si su compatibilidad tiene que ver con la conformación colectiva, involucrándolo con charlas y con los pocos entrenamientos que tenemos", se encargó de aclarar el entrenador, luego de elogiarlo. Sus palabras dan a entender que, por ahora, el llamado solo significa que está dentro de este nuevo proceso, pero que, por ahora, deberá esperar en el banco. ¿Qué más tiene que hacer para ganarse un lugar en la cancha?
