Teófilo Gutiérrez volvió a llenar de alegría a los hinchas de Junior de Barranquilla. Por primera vez en lo que va del semestre, el hijo pródigo de La Chinita apareció y rescató al equipo de sus amores en la Copa Sudamericana.
Su suplencia en el Cementerio de Elefantes no fue una novedad. Teo no está pasando por su mejor momento deportivo de los últimos años y su actitud y bajo nivel ya empezaba a exasperar una buena parte de la fanaticada.
Muchos lo dieron por muerto. Pero no lo estaba. Cuando Junior más lo necesitaba reapareció. Con el 1-0 en contra y la parcial eliminación de la Copa, Comesaña liberó a la fiera en el minuto 79. Tres minutos después, Gutiérrez comandó un extraordinario contragolpe y dejó habilitado a Daniel Moreno para que éste marcara el gol del empate que sellaría la clasificación a los cuartos de final. ¡Fantástico!
Con estos destellos de brillantez, Teo demuestra que todavía tiene fútbol de sobra para seguir siendo el jugador desequilibrante que los hinchas del buen fútbol siempre quieren ver. Ojalá no sea solo un acto esporádico, Junior va a necesitar de su lucidez en el remate de la temporada.
