Un partido que prometía en la previa desde lo futbolístico, con dos de las escuadras más regulares a lo largo del semestre y favoritas a pelear por la estrella de diciembre, Tolima recibía a Millonarios sabiendo que una victoria lo dejaría en lo más alto de la tabla.
Alberto Gamero dispuso un equipo equilibrado, con la garantía que ofrecen sus hombres de punta y la seguridad que tienen los de abajo cuando logran cuajar una buena tarde, algo que se daba de buena manera hasta la expulsión de Emerson Rodríguez, que obligó al entrenador a defender un 0-1 que era muy corto en el marcador.
Tolima entendió que con un hombre de más, era el momento de poner todo en ofensiva para llevar contra las cuerdas a la visita y buscar el empate y posterior remontada, sin embargo, Millonarios aguantó con uñas y dientes todo el tiempo que le fue posible, hasta que el gol de Tolima puso la igualdad en el marcador.
El desarrollo de las acciones estuvo acorde con las expectativas, buen fútbol, iniciativa de ambas partes y emociones para los asistentes al Murillo Toro de comienzo a fin. El empate pareció ser el justo premio a las labores defensivas de la visita, que no se encerró tras perder a un hombre y que siguió buscando proponer fútbol en cancha y que llegó a tener un penal sobre el final para ganarlo, pero que Vargas dilapidó, ante un Tolima que dejó escapar dos puntos, a pesar de haber buscado la victoria por todos los medios.
