Fueron varias y de diversa índole, pero durante ese largo y tórrido verano en el que Antoine Griezmann tuvo que tomar su particular “decisión” de irse al Barça o quedarse en el Atleti, existieron cinco errores principales, según ha podido saber Goal , por los que el club azulgrana se quedó sin Antoine, cuando todos decían que el fichaje “estaba hecho” e incluso “firmado”.
1. La oferta . Incluso sabiendo que el Barça es un equipo todopoderoso y que las opciones de ganar títulos – más en concreto, la Champions- eran mayores en el Camp Nou, el club azulgrana no acabó de seducir a Antoine con una oferta económico-deportiva suficientemente buena. En lo deportivo el francés siempre estaría a la sombra de Messi – por descontado- y seguramente, también de Suárez. Y en lo económico, la oferta tampoco era mejor de lo que le ofrecían equipos como United o PSG.
2. Falta de discreción . De haber querido realmente fichar a Antoine Griezmann, el FC Barcelona tendrá que haber sido mucho más discreto. Y lejos de no dar publicidad a un jugador futurible, al que podría haber fichado previo pago de una cláusula de 100 millones, sin tener que negociar, varios dirigentes azulgranas cometieron la torpeza de, pública o privadamente, hablar más de la cuenta. Esa postura fue la que empujó al Atlético, que podría haber negociado una salida amistosa, a sentirse ninguneado y pelear, con uñas y dientes, por un futbolista de su propiedad. Alguien del Barcelona subestimó al Atlético y después de “La decisión”, quedó retratado.
3. Rumores e intoxicaciones. Algo que irritó bastante tanto a Griezmann como a su entorno fue que la mayoría de la prensa catalana, incluso coincidiendo en informaciones y portadas muy concretas, se dedicase a “radiar” y “televisar” una situación que aún no estaba decidida. Ni para Antoine ni para su entorno familiar fue sencillo convivir con un reguero de noticias que alimentaban la ficción, pero que nada tenían que ver con la realidad. Se dijo que “estaba hecho”, que “lo tenía firmado”, que “había cláusula de penalización”, que su mujer “ya tenía casa en Barcelona” o incluso que el Barça ya tenía el OK de Antoine y que todo formaba parte de un paripé del francés, que le estaba tomando el pelo al Atlético de Madrid. Más de uno de esos episodios, lejos de agradar a Antoine, le enfadó.
4. Error de cálculo. Tras una carta incendiaria de Gil Marín, pública, en la que decía que el Atleti estaba “harto” de la actitud del Barcelona y en la que se anunciaba una queja formal ante FIFA por tocar a un jugador suyo con contrato en vigor, el Barça siguió confiado en que el jugador iba a decidir ser azulgrana. Ni contó con la resistencia del Atleti, ni con una posible oferta económica mejor de Gil Marín, ni con la posibilidad de que Antoine ganase la Europa League, como así sucedió y que, siendo protagonista y con un Mundial en ciernes, decidiese quedarse.
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5. La decisión. Incluso horas antes del famoso documental de Antoine, la prensa cercana a la directiva del Barcelona seguía repitiendo, por activa y por pasiva, que Griezmann sería del Barça y que el francés estaba jugando con la afición del Atleti. La realidad es que “La decisión” acabó por destapar un ridículo monumental tanto de la directiva del Barça, que creyó que tenía “hecho” a un jugador que no era suyo, como de la prensa afín a la ejecutiva culé. Fue un ridículo mundial y televisado, para todo el planeta fútbol. Los que decían que Neymar se quedaría en el Barça al 200% no habían aprendido todavía la lección. Un exceso de soberbia les había dejado sin Antoine.