OPINIÓN
El Real Madrid respira aliviado después de haber debutado este domingo en La Liga con una sólida victoria ante el Getafe (2-0). Especialmente Julen Lopetegui, quien tuvo el peor estreno posible hace cuatro días en la Supercopa de Europa ante el Atlético. Este triunfo no hace olvidar aquello, pero al menos sirve para lamerse las heridas. Quién sabe, de hecho, si el vasco no hubiera deseado una victoria algo más raquítica incluso, por aquello de que quedase alguna duda para lo que queda del mercado de fichajes. Porque ante el Getafe, este nuevo Madrid de Lopetegui exhibió buena parte del repertorio que se le intuye para esta temporada, lo que habrá terminado de reafirmar a las altas esferas merengues cuando dicen que esta plantilla no necesita más refuerzos. Posiblemente se equivoquen. Se comprobará cuando lleguen rivales de los realmente fuertes. Pero hoy nadie podrá recriminárselo tras lo visto ante el Getafe.
Porque el Real Madrid fue un equipo compacto, solidario con y sin balón, atento a la presión y en la recuperación, y un equipo que exhibió estrella, con dos goles y dos balones a la madera. El 78% de posesión quizás pidiese algo más que 10 remates, pero la fluidez y destellos que fueron dejando los Asensio-Marcelo-Benzema de cuando en cuando en ataque aliviaron en algo los lapsos de mucho toque y poca profundidad. Aunque quizás el dato que más guste a Lopetegui será que el Getafe tardó 70 minutos en registrar su primer remate (y ni siquiera fue a puerta). A Keylor ni le probaron, dejando aparcado el debate de la portería. Porque esta vez el equipo blanco sí mostró seriedad en la retaguardia, no como en Tallin, aprovechándose de un Nacho estelar al que se le echó de menos en el derbi europeo.
Si todo proyecto necesita tiempo, las victorias son el mejor aliado para ello. Para ir construyendo unos cimientos firmes. Y por lo visto este domingo, este nuevo Madrid no será muy diferente de lo visto ante el Getafe. El librillo del técnico, al descubierto. Y Lopetegui estará contento de haberlo podido exhibir en tan poco tiempo… aunque pueda haber dado así la última rúbrica al actual mercado de fichajes. Dicho esto, no parece casualidad que apenas asistieran cuarenta y ocho mil personas al Santiago Bernabéu. La entrada más baja desde 2009. Justo en el partido anterior a que llegase Cristiano. Justo en el partido posterior a que se marchase. Casualidad, seguramente. Pero sintomático igualmente.
Aunque, como decimos, ante el Getafe no se echó de menos a Cristiano especialmente. Ni a Vinicius, que sigue sin jugar en partido oficial. Ahí aparecieron los Gareth Bale, Karim Benzema y Marco Asensio a cambio. Parece claro que la BBA es el tridente heredero de la BBC. Y se lucieron ante la mitad del Bernabéu. Bale metió el centro que acabó en el gol de Dani Carvajal (tras mal rechazo de Soria). Y luego el galés firmó el segundo tanto tras jugada de Asensio por banda. Benzema, sin salir en los resúmenes por acciones de gol, sí dejó un buen repertorio de sabios movimientos y jugadas trenzadas. En definitiva, los tres tiraron de este Madrid de Lopetegui que se gustó ante el Getafe. Notable Madrid. Inicio con el pie derecho. El tiempo dirá si fue contraproducente o no.
