Jonathan Maidana - River PlateGetty

El ciclo de Maidana en River: todos los mundos, el mundo

Último en los Promedios, ocho puntos por debajo del siguiente equipo de la tabla, el 8 de agosto de 2010 River abría su participación en la temporada 2010/11 frente a Tigre en el Monumental y a nadie en Núñez se le ocurría pensar en que el equipo debía afrontar aquel Apertura con la mirada puesta en la tabla del descenso. Para el encuentro con el Matador, el entrenador Ángel Cappa había decidido poner como titulares a cuatro de los refuerzos que habían llegado al club durante el receso de mitad de año: Juan Pablo Carrizo, Jonatan Maidana, Carlos Arano y Walter Acevedo. Sin jugar nada bien, el Millonario se impondría 1-0 con un gol en el último minuto de uno de los juveniles que empezaba a ganar presencia en el equipo: Rogelio Funes Mori.

Siete años y medio después, River estaba lejos de la pelea por el campeonato y con deseos de revancha tras la dolorosa eliminación en semifinales de la Copa Libertadores 2017 contra Lanús: el domingo 28 de enero de 2018, el conjunto de Núñez disputaba su primer partido oficial del año, contra Huracán en Parque de los Patricios. Llamativamente, a pesar de los millones de dólares que había invertido el club para contratarlos, Marcelo Gallardo no incluyó en el equipo a las incorporaciones Franco Armani y Lucas Pratto. El que tampoco apareció entre los once, ya sin lugar en el equipo titular, fue Jonatan Maidana. Parecía el comienzo del final de su ciclo. No lo fue: con el tiempo, el marcador central no sólo recuperó el puesto, sino que fue decisivo para la consagración en la Libertadores frente a Boca. A un año de aquel partido con el Globo, Maidana se despidió del Millonario con todos los honores y con su lugar ya reservado entre los grandes referentes de la historia del club.

El central, que defendió durante más de ocho años la banda roja, vivió una historia en la que pasó por todos los estadíos posibles. De los pensables y los impensables. Mucho cambió desde aquellos primeros días en los que era mirado con cierto recelo por su pasado en Boca a este presente en el que, tras pasar por el Toluca mexicano, vuelve a Núñez como referente absoluto de los hinchas y de sus compañeros para darle a su carrera el cierre que siempre imaginó. En todo este tiempo, el defensor fue de la tristeza incomensurable por el descenso a acostumbrarse a festejar como pieza clave del ciclo más exitoso de la historia del club.

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Jonatan Maidana Boca River Copa Libertadores 11112018Marcelo Endelli/Getty Images

Lo único que no cambió en todo ese tiempo que vivió Maidana en River fue su bajo perfil y su importancia dentro del equipo. Ya en su primera temporada jugó en 34 de los 38 partidos (33 como titular), mientras que en la B Nacional estuvo en 36 de los 38 encuentros (solamente no jugó los 90 minutos en tres ocasiones). La vuelta a Primera fue difícil, en especial por la rotura de ligamentos que sufrió en la octava fecha del Inicial 2012, que lo dejó ocho meses afuera de las canchas y sólo le permitió disputar 14 encuentros durante todo el año futbolístico.

Sin embargo, desde su regreso, todo iría para mejor: en el Final 2014 ganó su primer título con la camiseta de River de la mano de Ramón Díaz y luego, con la llegada de Gallardo, no solamente ganaría seis trofeos internacionales, dos Copas Argentina y una Supercopa Argentina, sino que también terminaría de consolidarse como uno de los mejores del país en su puesto, a punto tal que se ganó varias convocatorias a la Selección argentina.

Más de ocho años después de su debut, el central vio pasar a muchos compañeros a su lado: la mayoría terminaron vendidos a clubes de Europa . Él no se fue, a pesar de que no le faltaron oportunidades, como la que le llegó desde Toluca sobre el cierre del mercado de pases del verano de 2018. En aquel momento ya no tenía un lugar indiscutido en el equipo titular y parecía estar en una pelea algo desigual por el puesto con un central 11 años más joven que él y con mucho futuro, como Lucas Martínez Quarta. Esa fue la primera ocasión en la que evaluó seriamente la posibilidad de cambiar de aires, pero después de haber transitado todos los mundos sin moverse de Núñez, Maidana todavía sentía que el Monumental era su lugar en el mundo.

Un año después, en 2019, los mexicanos volvieron a la carga con un contrato en dólares que para la devaluada y golpeada economía argentina era imposible de igualar. Y el central, que ya había cumplido todos los objetivos habidos y por haber con la banda roja, decidió que era momento de decir adiós. Y nadie pudo reprocharle absolutamente nada. La vida da muchas vueltas. Tantas, que tres años después lo trajo de regreso al Monumental para comenzar un nuevo y última ciclo con el Millonario.

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