Miralem Pjanic enfila la puerta de salida. Según informa 'RAC1' los agentes del bosnio se han reunido con los directivos del FC Barcelona para trabajar en una salida del futbolista, que apenas ha contado con minutos después de aquella operación en forma de trueque con Arthur Melo. Un intercambio de cromos aplaudidad por muchos en su día.pero que con el paso del tiempo se ha revelado una auténtica ruina deportiva para los culés. Según ha podido saber Goal, el Barça necesitaría una oferta de 45 millones de venta para no imputarse pérdidas que el club, por su delicada situación financiera, no se puede permitir.
Solución para Pjanic: repetir la 'fórmula Arda'
Así que, para evitar pérdidas en el balance y como no llega ninguna oferta por el bosnio por ese importe, el Barça se plantea el escenario de una cesión. El centrocampista pretendería jugar en Italia de nuevo, e incluso no se cierra la puerta a un posible regreso a la Juventus, abonando una tarifa de préstamo hasta 2023. En caso de que esa opción cuajase, recordaría mucho a la maniobra de mercado que el Barça llevó a cabo en su día con el turco Arda Turan, que resultó un fiasco después de pagar 34 millones al Atlético de Madrid en concepto de traspaso.
En aquel entonces, el Barça cedió a Arda dos temporadas, sabiendo que una venta por debajo del precio de amortización del turco significarían pérdidad para el club. Esa misma operación se podría repetir con Miralem Pjanic. Es decir, cesión anual o inluso bianual si hay acuerdo con su club de destino, se amortizan los dos años de su contrato y finalmente, al bosnio le quedaría su último año de contrato, para después ser agente libre. Entonces, no se imputarían pérdidas.
Arthur-Pjanic, un intercambio de cromos que resultó dramático
Cuando la entidad blaugrana intercambió a Pjanic por Arthur Melo con la Juventus de Turín, ambos equipos salieron beneficiados económicamente. En estrategia contable, una venta se computa entera en las cuentas. En cambio, el pago de un traspaso va a la partida de amortizaciones, dividida en los años de contrato del futbolista. Es decir, que el Barça ingresó 70 millones por Arthur, pero los 60 de Pjanic los dividió en 15 millones de amortización por las cuatro temporadas de contrato. Beneficio para el club: 55 millones limpios el verano pasado.
La amortización de Pjanic, un grave problema
En el Barça saben que la amortización de Pjanic es un problema. El Barça ha amortizado solo los 15 primeros millones del traspaso. Quedarán por amortizar 45 millones más, una cifra que ata de pies y manos al conjunto blaugrana a la hora de buscar salida a un futbolista que no ha contado prácticamente para Ronald Koeman. Precisamente por eso, para evitar ese problema, en las oficinas del Barça cobra fuerza la posibilidad de negociar una cesión, anual o bianual, de Pjanic. Así se evitarían pérdidas. Si acaba siendo así, se repetiría la maniobra que se hizo en su día con Arda Turan.
