Mbappe: el camino a la grandeza de un niño obsesionado con Ronaldo

Por Kris Voakes y Julien Quelen

El Kazán Arena, el 30 de junio del 2018, en uno de los Mundiales más electrizantes de los últimos tiempos se da uno de los partidos más espectaculares. La estrella del show fue Kylian Mbappe.

El fenomenal delantero de las afueras de París solo tenía 19 años cuando contribuyó a lo grande en un partido que quedará en la memoria de todos.

Francia le ganó a la Selección argentina por 4 a 3 en los octavos de final del Mundial Rusia 2018. Mbappe, con su velocidad y regateo, participó en tres tantos –en dos, marcó él- y el mundo entendió de qué se trataba el jugador del PSG.

Pero ese tipo de rendimientos en las más altas esferas solo eran una parte de la promesa que el propio Mbappe se hizo a temprana edad.

“Tengo un plan para mi carrera desde que tengo memoria”, dijo Mbappe a RMC, en 2017. “Sé lo que quiero hacer, dónde quiero ir, y no dejaré que nadie me moleste ni me prive de eso”. 

Un chico de un barrio humilde, que entendió rápidamente los mejores consejos de sus padres, especialmente cuando se trataba de deportes. Su madre, Fayza, fue jugadora de handball mientras que su papá, Wilfried, fue entrenador de fútbol y agente.

Crecer en Bondy, un suburbio de la capital francesa, no fue la experiencia más fácil, pero Mbappe siempre tuvo dos ventajas: tenía un talento gigante y estaba más enfocado que cualquier otro joven de su edad.

“Mi madre siempre me dijo que antes de ser un gran jugador debía ser un gran hombre”, dijo Mbappe a la revista Time, en 2018. Y siguió: “Aprendió que las grandes estrellas y jugadores son los más humildes, los que la gente más respeta”.

Se unió al club local AS Bondy cuando tenía seis años. Su ídolo futbolístico de niño era Cristiano Ronaldo... y no solo de manera informal. La mayor parte del público del fútbol mundial ha sido testigo de la fotografía de un Mbappe de 14 años de edad, que yace en su casa familiar en Bondy, con imágenes del cinco veces ganador del Balón de Oro que lo mira desde casi cada centímetro de las paredes de su habitación.

Para la mayoría de los adolescentes sorprendidos por las estrellas, la posibilidad de conocer a Ronaldo se consideraría una meta de vida, pero desde su temprana edad, el talento de Mbappe fue tal que siempre estuvo destinado a no nada más conocer a su héroe, sino a competir con él.

"Jugamos un partido de copa contra un equipo vecino", contó a Goal su extécnico del AS Bondy, Tonio Riccardi. “Era un derby, por lo que el ambiente era intenso. Estábamos perdiendo 1-0 en el medio tiempo y en el vestuario, estábamos muy molestos.

"Kylian se me acercó y afirmó: 'No te preocupes, recibiré el balón y marcaré'. Volvimos al terreno de juego, él recibió el balón, corrió por todo el campo, regateó a todos los oponentes y anotó”.

Rápidamente consiguió que mucha gente hablara de él en París. Su evidente potencial hacía pensar que llegaría a lo más alto, y no fue una sorpresa cuando lo invitaron al centro nacional de fútbol francés en Clairefontaine, donde varios clubes europeos de primer nivel se pelearon por su fichaje. 

A pesar de todo lo que atrae ser pretendido por Real Madrid, Bayern Munich o Chelsea, Mbappé se mudó a Mónaco.

"La primera vez que lo conocí fue durante un partido entre el Toulouse y el Monaco, un partido de categoría Sub 19 y él sólo tenía 16 años", dice a Goal Issa Diop, ex defensa del Toulouse actualmente en el West Ham United. "Cuando lo conocí, lo primero que hice fue preguntarme: '¿Quién es este fenómeno?'".

“Ese año comenzó la temporada con el equipo Sub-19. ¡En los primeros cinco partidos de la temporada anotó cinco dobletes! Luego subió al segundo equipo del Monaco y, a las pocas semanas, ya estaba en el primer equipo".

“Incluso entonces era rápido, a pesar de que con el tiempo se ha vuelto más veloz. Y era muy joven, por lo que no estaba tan armado físicamente como lo está hoy. Pero él ya anotaba muchos goles y era aún más rápido que todos los demás jugadores al regatear. Todos podían ver que sería un gran jugador".

Cuando debutó con el primer equipo del Monaco, saliendo como suplente ante el Caen el 2 de diciembre de 2015, Mbappé tenía sólo 16 años y 347 días, superando el récord del club que ostentaba Thierry Henry. Una vez más, Kylian se tomaba todo con calma y con humildad.

Su padre, Wilfried, le decía entonces a Le Parisien: “Kylian todavía tiene una habitación en el campo de entrenamiento, aunque tiene los medios para costear una villa con una piscina. Pero eso no es lo suyo. Él vio cómo otros jugadores perdían su camino, y lo convencí de que se quedara en el complejo de entrenamiento para protegerlo".

Después de 14 partidos con el primer equipo en la temporada 2015-16, fue convocado para participar en el Campeonato Europeo Sub 19 al verano siguiente, y Diop conoció a Mbappé desde otro punto de vista. Y aunque está de acuerdo en que Mbappé está muy centrado en lo que quiere para su carrera, Diop insiste en que Kylian no era para nada distante con sus compañeros de equipo.

“Siempre tuvo el mismo comportamiento, estaba muy cómodo, era muy natural. Es un niño sabio y siempre está feliz en el vestuario”, explica Diop.

“Se ríe con todos, se burla de los demás, genera un gran ambiente en el vestuario. Es muy serio en cuanto a lo que tiene que hacer con el balón en el campo, pero fuera del terreno no es tan tranquilo. Le encanta hacer tonterías, pese a que nunca fue de los que les gustaba ir de fiesta por la noche o ese tipo de cosas".

Ese torneo le proporcionaría a Mbappé su primera gloria nacional: Francia se repuso de la derrota inicial ante Inglaterra y logró ganar el certamen venciendo a Italia 4-0 en la final. En todo el torneo, Kylian aportó cinco goles, incluyendo un doblete contra Alemania en la semifinal.

“Él no especificó el Mundial ni nada por el estilo, sólo nos dijo que quería ganarlo todo. Habló de los torneos que jugamos en ese momento. Es un competidor excepcional”.

En 2017 se superó con el Monaco. Y es que a pesar de que el club tiene su sede en una de las zonas más ricas del mundo, la minúscula capacidad de su estadio y el estatus secundario a los ojos del mundo del fútbol, no estaban a la altura del delantero.

Su próximo paso fue regresar a su hogar en París, cerrando su traspaso al PSG por un monto inicial de 145 millones de euros, que finalmente ascendió a 180 millones de euros. Sin embargo, la llegada de Neymar por 222 millones de euros impidió que se convirtiera en el fichaje más caro de la historia.

El impacto en el mercado de pases no fue nada en comparación con las reacciones que estaba a punto de provocar en el fútbol mundial. Después de volver a ganar la Ligue 1, esta vez con el PSG, Mbappé fue al Mundial con la camiseta número 10 de Francia, la misma con la que Zinedine Zidane hizo historia al consagrarse campeón tras vencer a Brasil en la final del Mundial 1998.

Kilyan no hizo nada para dañar el legado, todo lo contrario. Luego de su gol contra Perú y la extraordinaria actuación en los octavos de final ante Argentina, el crack de PSG llevó a Francia a otra final del Mundial, esta vez ante Croacia, en Moscú.

Y no dejó pasar la oportunidad para hacer de las suyas. Mbappé aprovechó los espacios en el fondo de la defensa de Croacia y sacó un potente remate que significó el cuarto gol de Francia. De esta manera, se convirtió en el jugador más joven en marcar en una final del Mundial desde Pelé en 1958. La leyenda brasileña no dudó en felicitarlo a través de su cuenta de Twitter.

Con un Mundial y dos Ligue 1, ahora busca sumar la Champions League a su extensa lista de logros importantes incluso antes de tener la edad legal para beber en algunos países. Algo que no preocupa a Thomas Tuchel, su director técnico en PSG.

Cuando el alemán llegó al banquillo del cuadro parisino, una de sus primeras acciones fue contactar a los dueños de algunas de las discotecas más exclusivas de la capital francesa, con el fin de mantener al equipo lejos de este ambiente. Sin embargo, Tuchel sabía que con Mbappé no tendría ningún tipo de problema.

“Mbappé es mejor que otros chicos porque pasa su tiempo viendo juegos en la televisión, mientras que otros prefieren visitar sitios nocturnos a gastar su dinero”, dijo Tuchel a RMC.

Y tiene razón, pues el delantero sigue tan centrado como siempre. De hecho, donó sus ganancias en el Mundial a una organización benéfica que enseña deportes a niños enfermos y discapacitados, por un monto cercano a los 400.000 euros. “Esto no cambia mi vida, pero sí cambia la de ellos”, dijo el crack de Les Bleus.

Incluso la celebración de sus goles es un homenaje a su hermano menor, Ethan, quien festejaba de brazos cruzados cada vez que le ganaba en el FIFA.

Hay muchas que admirar de Kylian. Pero no menos importante es la promesa de lo que vendrá en los próximos años.

Mientras Ronaldo y Messi han dominado los premios individuales de los últimos años, Mbappe está llamado a ser una de las prominentes figuras del deporte para dentro de un tiempo.

"Él es definitivamente especial. Es el jugador más rápido que he visto jugar y he jugado contra Ronaldo y Messi ", dijo la estrella islandesa Johan Berg Gudmundsson a Goal tras enfrentarse a Mbappe y Francia a finales de 2018.

“Solo su velocidad es algo diferente con ellos dos. Obviamente, Ronaldo es rápido pero el cambio de ritmo es algo que ningún otro jugador tiene, y controlar la pelota a esa velocidad es algo especial. Se convertirá en el mejor jugador del mundo en un par de años, no tengo ninguna duda al respecto".

“Es increíble que sea tan joven y lo que ha hecho en el último año. Él ya ha hecho muchas cosas. Sólo va a mejorar, siempre que su cabeza esté bien y se mantenga humilde, creo. Será el mejor jugador del mundo".

Mbappe se enfrenta en la final de la Liga de Campeones contra el Bayern Múnich, acercándose a su mejor registro goleador en todas las competiciones que registró en la 2018-19 pese a sus lesiones en este curso.

Ante las lesiones y no renovación de Edinson Cavani, Kylian, junto a Neymar, estuvieron ahí para, nuevamente, crecerse ante el mundo y demostrar sus tamaños ni más ni menos que un escenario como la UCL, el torneo esquivo para la institución.

Todo ha ido según lo prescrito hasta ahora para Mbappe. "Sé lo que quiero hacer, a dónde quiero ir, y no dejaré que nada me moleste". Bueno, nada lo ha detenido hasta ahora, y el PSG está listo para cosechar los rendimientos que con Francia ya tiene.

"Entre los jugadores de su edad, es sin duda el más prometedor del mundo debido a sus inmensas cualidades técnicas, físicas y mentales", se jactó el presidente de PSG, Nasser Al-Khelaifi, cuando Mbappe firmaba con el club capitalino.

"Desde su ascenso al más alto nivel, se ha ganado una excelente reputación como un joven talentoso, quien es muy respetuoso, abierto, ambicioso y ya muy maduro”.

"En nuestros colores, en medio de jugadores verdaderamente grandes, Kylian continuará su progresión de manera que también beneficiará a la selección francesa en los próximos meses y años".

Un futbolista de 180 millones de euros. Un ganador de la Copa del Mundo. El 'killer' de más de 100 tantos a nivel profesional, incluyendo 13 dianas para Francia y cuatro en ese maravilloso triunfo del Mundial. Tetracampeón consecutivo de la Ligue 1, primero con el Monaco y luego con el PSG. Llegó a ser el tema de una portada que difundió la revista Time. Para la gran mayoría de los futbolistas profesionales, tal colección de logros sería lo suficiente para satisfacerlos a lo largo de toda una carrera. Pero Mbappe, llevado por el deseo y la determinación, apenas está empezando. Y sus pies permanecen firmemente sobre el suelo.