Hablar de un Chará en Colombia es hablar de fútbol. Desde hace casi dos décadas este apellido ha sonado con fuerza en los diferentes estadios del país, labrando una historia de talento y éxito en el FPC.
Sin embargo, la gran deuda de los miembros de la dinastía Chará es con la Tricolor a cuestas. Ni Luis Felipe, ni Diego fueron capaces de brillar en la Selección Colombia.
El primero (36 años), multicampeón con Nacional, destacó en la juvenil y fue incluso premiado como el Mejor Jugador del Esperanzas de Toulon 2001, pero nunca llegó al equipo de Mayores. El segundo (31), actual figura de la MLS, jugó apenas un partido de la Eliminatoria a Brasil 2014 (Bolivia en La Paz) y jamás volvió a estar en la órbita del combinado Patrio.
Hoy es el turno de Yimmi, el crack del Junior de Barranquilla, quien busca lograr lo que sus hermanos soñaron y no pudieron alcanzar a pesar de su gran talento. El menor de los Chará es una de las grandes novedades de la Selección para la presente jornada de Eliminatoria, se lo ha ganado a pulso y gracias a su gambeta endiablada, velocidad, olfato de gol y picardía se perfila como uno de los revulsivos que usará Pekerman en los partidos contra Venezuela y Brasil.
De los campos polvorosos donde jugaba incansable a la pelota en su infancia a codearse con los mejores futbolistas del país, el pequeño Chará quiere ser el más grande de la familia y sueña con llegar a un Mundial.
