Desde que debutó en la Primera de Barcelona, Atlético de Madrid se convirtió en uno de los juguetes favoritos de Lionel Messi. El Colchonero es el segundo equipo contra el que más veces jugó el Diez, con 33 enfrentamientos (sólo se enfrentó en más ocasiones frente al otro conjunto de la capital española, Real Madrid, contra el que se midió en 36 encuentros) y el segundo rival al que más goles le marcó, 29, justo delante de Sevilla, al que le hizo 27. Sin embargo, hay un hecho que marcó un antes y un después en la historia entre el rosarino y el Atleti: la llegada de Diego Simeone al banco rojiblanco.
A partir del momento en que el Cholo asumió como entrenador del cuadro madrileño a principios de 2012, lo que para la Pulga era cuestión de todos los días se transformó en una dura tarea: en sus primeros 13 enfrentamientos contra el Atleti, Leo convirtió 17 tantos, pero desde que comenzó la era Simeone, en 20 encuentros el zurdo pudo anotar sólo 9 veces. Y, lo más importante, estuvo siete partidos consecutivos sin ver portería: uno en la Liga 2012/13 y em los seis cruces de la temporada 2013/14 entre Supercopa de Europa, torneo local y Champions League.
Cómo le fue a Messi contra técnicos argentinos
Le tomó dos encuentros al entrenador encontrarle la vuelta al Diez. En los primeros dos enfrentamientos entre sí, el rosarino anotó tres goles y el conjunto catalán se quedó con la victoria en ambas ocasiones (2-1 en la temporada 2011/12 y 4-1 en el primer encuentro de la 12/13) pero, desde entonces, el entrenador tomó nota, ajustó las piezas y logró anular al mejor del mundo durante todo un año: entre el encuentro del 12 de mayo de 2013 de la 35ª jornada de la Liga y el del 17 de mayo de 2014 en la 38ª jornada, en el que el Atlético se consagró campeón del campeonato español, la Pulga no le marcó en ninguna de las tres competiciones en las que se cruzaron.
Para conseguir su cometido, Simeone logró reducir considerablemente la participación de Messi en el circuito de juego de Barcelona: antes de la racha, en los siete enfrentamientos previos contra el equipo de la capital, el rosarino promedió 57,71 pases, 4,29 remates y 5 regates exitosos por encuentro, mientras que pasó a una medisa de 36,57 pases, 21,71 tiros al arco y 3,42 regates completados. Y todo lo logró sin caer en el juego brusco: el promedio de faltas que recibió Leo fue, de hecho, más bajo en esos partidos sin goles que en los siete anteriores (2,14 frente a 3,14).
Próximos partidos
La 'no relación' entre Messi y Simeone
Con la llegada de Luis Suárez al cuadro catalán y la conformación del mejor tridente de ataque del fútbol moderno, la cuestión se volvió mucho más difícil de manejar para el Cholo y los suyos. Y de a poco, el Diez volvió a reinar: en los seis primeros cruces entre blaugranas y rojiblancos en las últimas dos temporadas, el zurdo marcó cinco tantos y solamente una vez no convirtió. Además, sus números volvieron a parecerse a los de la era Pre Simeone: el promedio de pases fue de 55,50, el de remates, de 4,83 y el de gambetas, 8,50.
Este fin de semana habrá una nueva batalla entre la excelencia táctica y la genialidad al servicio de la pelota y sólo habrá cambiado el escenario con el estreno del Wanda Metropolitano.
