Sin lugar a dudas, Pedro Camilo Franco Ulloa era una de las grandes promesas del fútbol colombiano. Desde sus inicios en la cantera de Millonarios se forjó una grandiosa reputación a punta de trabajo, coraje y talento, tanto así que en algún momento la prensa lo llegó a nombrar como el sucesor natural del gran Mario Alberto Yepes.
Y no era para menos, el bogotano era carta de garantía en el onceno Embajador con solo 18 años. Era rápido, fuerte en el mano a mano, dúctil con el balón en los pies y con un carácter tremendo que lo llevó rápidamente a convertirse ídolo de la hinchada albiazul.
Tras varias temporadas de gran nivel en el FPC, Franco llamó la atención de Europa y recaló en el Besiktas de Turquía con 22 años. Allí se esperaba que explotara más sus cualidades y después diera el salto a un equipo más grandes del viejo continente.
Próximos partidos
Sin embargo, Franco no la tuvo nada fácil en el país otomano, tardó mucho en acoplarse y tuvo que esperar varios meses para poder debutar. Una vez se ganó la confianza del técnico Slaven Bilić se apoderó de la titular y se convirtió en figura. Pero la dicha le duró poco, porque se lesionó y con el cambio de técnico durante su recuperación fue olvidado para siempre por el Besiktas.
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Cansado de pasar los días sentado, Franco pidió oportunidades para poder jugar y fue cedido sorpresivamente a San Lorenzo. En el Ciclón tampoco brilló y apenas jugó cuatro partidos en seis meses. Su bajo nivel le hizo regresar a Millonarios con la esperanza de recuperar el nivel.
Tras un semestre de grandes altibajos y ante la negativa de Millos para comprarlo, Franco se vio obligado a regresar a Turquía. Con la puerta cerrada en Besiktas, dueño de su ficha, hoy, el bogotano buscará una nueva oportunidad en el desconocido Boluspor de la Segunda División Turca, esperando, por fin, poder sumar minutos y reencontrarse con aquel Mariscal que dejó de ser al abandonar Millonarios por primera vez.
