EDITORIAL
El Barcelona dejó de ser el Barcelona ante el Alavés. Poco importaba que el cuadro vitoriano fuera el último capaz de ganar al cuadro azulgrana en su propia casa, allá en septiembre de 2016, pues los jugadores barcelonistas dieron muestra de cierta fatiga mental que impidió ver su mejor imagen y, sin ella, casi se les escapa la victoria y también el récord de imbatibilidad en las grandes ligas europeas. Casi. Es lo que tiene disfrutar cada semana del mejor 'nueve' del mundo y del mejor 'diez' de la historia.
La racha de Luis Suárez que resuena en Europa
Porque tras un inicio de campeonato avasallador, dejando escapar apenas ocho puntos de los sesenta disputados, fue incapaz de superar al Alavés en el primer tiempo. Y ello a pesar de haber visto a Philippe Coutinho estrenarse en el once barcelonista junto a Leo Messi y Luis Suárez. Pero el nuevo tridente barcelonista las vio cuadradas en el tramo inicial. Aislado en el primer tiempo, el Alavés consiguió ser mejor y reflejarlo en el marcador por obra y gracia de John Guidetti.
Valverde rectificó en el segundo dando entrada a sus laterales titulares y hasta se cargó a Coutinho a los veinte minutos del segundo tiempo para dar paso a Paco Alcácer pero fue Andrés Iniesta quien alimentó la remontada más incierta de esta temporada al iniciar la jugada con la que Luis Suárez -batiendo su mejor marca al ser capaz de marcar durante ocho jornadas consecutivas- puso el empate para que luego Messi de falta mantuviera los puntos en el Camp Nou.
Con este gol Luis Suárez entra en el olimpo de los dioses barcelonistas, pues antes que él solo Mariano Martín, Ronaldo Nazário y el propio Messi, habían logrado marcar en ocho jornadas consecutivas, una marca que confirma que a sus 31 años recién cumplidos y tras tres temporadas y media ya es uno de los nombres más indiscutibles de la centenaria historia del barcelonismo.
