EDITORIAL
El del Levante se prometía un partido tranquilo para el barcelonismo. Con todo resuelto visitaba un estadio en el que no tropezaba en la Liga desde 1964. Ernesto Valverde incluso se permitió dar descanso a Leo Messi para jugar ante un equipo que tampoco se jugaba nada más que el honor de convertirse en el equipo que le fastidió al Barcelona la posibilidad de acabar la Liga imbatido. El técnico salió con una defensa inédita, con Yerry Mina y Thomas Vermaelen en el eje de una zaga que hizo aguas como nunca antes había hecho con Valverde.
Ninguno de los dos centrales tuvo su día. El belga cayó lesionado en el minuto 27 cuando el marcador todavía reflejaba el 1 a 0. Lo de Mina, no obstante, fue incluso peor. El colombiano falló en la cobertura a José Luis Morales, que pudo poner un centro para que Emmanuel Boateng batiera por primera vez a Marc-André Ter Stegen. Era el minuto 9 y poco después Enis Bardhi enviaba un balón al poste. A la media hora el Barcelona encajó el segundo, también obra del ghanés, y aunque Philippe Coutinho recortara distancias antes de ir al descanso, lo peor todavía estaba por llegar. También lo mejor, aunque no llegara a servir de nada.
No se había cumplido ni un minuto del segundo tiempo y Bardhi se inventó un chirlazo que acabó en la escuadra mientras el 3 a 1 subía al marcador. Boateng incluso se apuntaría un hat-trick tras poner en evidencia a Mina, incapaz de amarrar al delantero, totalmente desbocado en el 4 a 1, e incapaz de evitar, junto con el resto de la defensa barcelonista, la triangulación que acabó con el 5 a 1 de Bardhi. Coutinho respondió con dos goles más, anotándose otro hat-trick con el que mantuvo al equipo con vida gracias al 5 a 3. El Barcelona se enchufó con ese gol y empezó a jugar como sabe.
En el 69' arrancó un penal que Luis Suárez se encargaría de transformar en el 5 a 4 y con veinte minutos por delante el Barcelona se dedicó a hacer lo que mejor sabe para evitar la derrota en la que hubiera podido ser la décima remontada esta temporada. Pero no fue así y el cuadro azulgrana mordió el polvo por primera vez esta temporada el día que, sin Messi, Coutinho se apuntó su primer hat-trick como barcelonista. Los errores defensivos fueron demasiado.
