Clásico frente a Liverpool. Old Trafford repleto de aficionados. Y Marcus Rashford, jugando de extremo izquierdo, brilla en Manchester United, marca los dos goles (golazos) de la victoria y recibe la ovación más grande. La conclusión parecía evidente: el inglés, de apenas 20 años, se había quedado con el puesto preferido de Alexis Sánchez, quien se tendría que conformar con actuar por la derecha o por el centro. Sin embargo, José Mourinho volvió a mimar al chileno, sí, una vez más: frente a Sevilla, lo ubicó en el rincón del campo de juego que más quiere el sudamericano, mandando al juvenil a la banda contraria.
¿Cómo le respondió el tocopillano al portugués, después de semejante gesto? El 7 de los Diablos Rojos no pudo desequilibrar en la primera parte. Intentó –pocas- conexiones, pero no logró lastimar. A los 37 minutos pudo armar una bonita pared con Marouane Fellaini, pero el remate del belga terminó con una gran intervención de Sergio Rico. Fue lo único sobresaliente en el primer tiempo. Muy poco.
Es cierto que, durante los segundos 45 minutos, hubo un Alexis más activo, encabezando gran parte de los ataques del local. También es cierto que no alcanza para la expectativa que generó y genera su presencia. De hecho, antes de los 20 minutos de la segunda parte, Rashford y Alexis cambiaron de banda: el inglés, a la izquierda; el chileno, a la derecha. Ese movimiento tampoco fue suficiente para que el conjunto inglés obtenga la clasificación a los cuartos de final de la Champions League.
