EDITORIAL
Esta vez el Barcelona resolvió la primera visita de su historia al Girona sin que Leo Messi viera puerta. Porque fueron Aday Benítez y Gorka Iraizoz, con sendos autogoles, los que le sirvieron la victoria al cuadro azulgrana, que redondearía la goleada con una tercera diana de Luis Suárez. Es un triunfo que confirma que el equipo sigue creciendo en cada partido que juega y en Montilivi firmó el mejor arranque defensivo de los últimos dieciséis años tras encajar apenas 2 goles en los 7 partidos disputados hasta la fecha, entre Liga y Champions League.
Hay que remontarse a una época en la que Carles Puyol lucía el dorsal 24 y era una promesa, un tiempo en el que el Barcelona tenía una sola Champions League y Messi apenas era un crío, pues desde la temporada 2001/02 que el Barcelona no encajaba solo 2 goles en los 7 primeros partidos, confirmando que tan importante es pensar que la mejor defensa es un buen ataque como lo contrario. La temporada pasada encajó 6 y la anterior, 5. Con esta fortaleza defensiva es mucho más complicado que se escape punto alguno y de ahí el casillero de victorias en la Liga, 6 de 6, y también en la Champions League, tras cobrarse la 'vendetta' frente a la Juventus.
Ernesto Valverde está administrando con criterio la zaga, alternando a Nélson Semedo y a Sergi Roberto en el lateral derecho y confirmando que Jordi Alba no tiene quien le tosa. En el eje, Samuel Umtiti es quien manda, con 720 minutos disputados. Gerard Piqué también mantiene su jerarquía con 590 mientras que Javier Mascherano, suplente de lujo, ha participado en 360 minutos. Solo Lucas Digne está contando un poco menos al margen de Thomas Vermaelen, el único jugador de la plantilla que todavía no ha debutado a las órdenes del 'txingurri' junto a Arda Turan.
Sin embargo, el equipo de Valverde tiene muy buena pinta. Tanto protege a Messi como a Marc-André Ter Stegen a partir de la generosidad en el esfuerzo, un capítulo en el que jugadores como Paulinho Bezerra y Aleix Vidal están brillando y que la temporada pasada, con el equipo demasiado estirado, se había diluido. Pero el Barcelona vuelve a reclamar la atención del mundo. Los mecanismos vuelven a funcionar tanto en ataque como en defensa y, a pesar de haber perdido a Neymar Da Silva, Luis Suárez y Messi siguen ahí.
