La hazaña de Junior de Barranquilla en la Copa Colombia 2017 empezó en el pasado mercado de pases con la desición de las directivas de la institución atlanticense en devolverle la grandeza al club ¿cómo? Invirtiendo como nunca antes lo habían hecho.
Tras el descalabro en el primer semestre del año, el presidente Antonio Char se propuso reformar el cuadro barranquillero con jugadores de renombre, experiencia y talento para volver a sumar títulos. La inversión fue grande, pero se están viendo los resultados.
Junior trajo para esta campaña varios jugadores, algunos libres o de bajo costo como Matías Mier, Marlon Piedrahita, Víctor Cantillo, entre otros. Eso sí, con la promesa de un muy buen salario para el promedio local.
Sin embargo, el equipo de Curramba rompió el mercado de pases con solo dos jugadores: Teófilo Gutiérrez y Yimmi Chará . El primero lo fichó pagando 2,5 millones de euros al Sporting CP y con un contrato de 7 0.000 dólares (unos 210 millones de pesos) mensuales, para convertir al ex River en el jugador mejor pago del país y el sexto de toda sudamérica.
Con Chará la cosa fue más allá. Junior pagó al Monterrey por el atacante Vallecaucano, según el portal Transfermarkt, una suma cercana a los 4,5 millones de dólares, siendo éste el fichaje más caro en la historia de Junior y de todo el FPC.
Así las cosas, Junior hizo una inversión de más de 8 millones de dólares en menos de seis meses, algo nunca antes visto en el fútbol colombiano. Aún así, la nómina del Tiburón es apenas la tercera más costosa del FPC con un valor estimado de 25,94 millones de dólares. Santa Fe es el primero (31,20 millones), mientras que Atlético Nacional es segundo (31,54 mill).
