ENTREVISTA EXCLUSIVA
El martes será la primera vez que Cesc Fàbregas se mida al Barcelona desde que abandonara la disciplina azulgrana el verano de 2014. Lo hizo tras casi un centenar de partidos con la camiseta del club de su corazón y sin lograr la Champions League, el único título que le falta en su palmarés. Es por eso que vivirá el partido de forma "especial". Porque "lo es para cualquier jugador del mundo, sea de Barcelona o no, siga al equipo o no" asegura en exclusiva a Goal para apuntar que "es un equipo que siempre ofrece momentos top, tanto si juegas con ellos como contra ellos".
Recibió la noticia sin pesar. "Recuerdo que estábamos entrenando y apareció Thibaut Courtois gritando que nos había tocado el Barcelona" recuerda. Los jugadores habían estado trabajando al margen del sorteo de octavos de final y fue el portero quien informó a sus compañeros. "Lo primero que pensé es que iba a ser excitante porque siguen siendo uno de los mejores equipos del mundo y, nosotros, los campeones de la Premier League".
De hecho, y a pesar de que las casas de apuestas dén como favoritos a los hombres de Ernesto Valverde -a quien además intuyen como finalistas-, Cesc considera que "merecemos respeto" y recuerda que "intentaremos pasar ronda", no en vano la Champions League es uno de sus grandes objetivos desde que era un crío y se trata del único título que falta en su extenso palmarés. "Será una eliminatoria fascinante y seguro que la disfrutaremos todos".
Si acaso, quizá Cesc pueda esperar que su amigo Leo Messi no tenga el día. Porque se enfrentará al rosarino por primera vez desde marzo de 2011. "No hemos hablado demasiado del partido, la verdad, porque los dos tenemos ganas de vivirlo desde dentro" explica para subrayar que "en estos partidos hay que hablar poco y jugar dándolo todo", ya sea porque delante tendrá a Messi, "el mejor de los mejores sin importar el equipo en el que esté" como porque se trata de una ronda eliminatoria del título que le obsesiona desde siempre.