Carles Aleña Hercules Barcelona Copa del Rey

Carles Aleñá, la última esperanza de la Masía


LA INTRAHISTORIA

Solo tiene diecinueve años y de golpe y porrazo se ha convertido en la gran esperanza de la Masía. Carles Aleñá (Mataró, 1998) sigue en una nube después de debutar con el primer equipo el pasado 30 de noviembre con gol incluido, el que valió el empate en el Rico Pérez frente al Hércules. Desde entonces ha sido el único miembro del filial que tuvo continuidad a las órdenes de Luis Enrique Martínez, quien solo se fijó en Marlon Santos después de que las bajas en defensa le obligaran a hacerlo en los últimos partidos de la temporada. Pero con Aleñá la situación es distinta.

Es el cerebro del filial que acaba de amarrar el ascenso a Segunda División, uno de los benjamines del equipo y el futbolista con más calidad del vestuario que dirige Gerard López. Centrocampista DOC, atesora los elementos que antes aprendieron sus predecesores, desde Pep Guardiola a Sergi Roberto, pasando por Xavi Hernàndez, Andrés Iniesta, Cesc Fàbregas, Sergio Busquets y Thiago Alcántara, entre otros. Pero, como todos ellos, pone su propio sello al juego asociativo que todo centrocampista aprende en la Masía desde la más tierna edad.

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aleña

Él mismo, elegido en su momento entre los 50 mejores jugadores jóvenes del mundo por Goal, resume en exclusiva que "donde me siento más cómodo es dónde juego actualmente en el filial, como interior derecho". Siendo zurdo, prefiere jugar a pierna cambiada para poner pases interiores y probar el disparo desde la distancia. "Intento llevar la situación con normalidad" advierte con una media sonrisa, pues "asumo que mi trabajo es jugar en el filial". En cualquier caso, su renovación huele primer equipo y el club incluso le ha aumentado la cláusula a 75 millones de euros y se ha asegurado dos años más de contrato en caso de que alcance su sueño.

De momento, "estoy encantado con la situación". Demuestra tener bien aprendidas las tesis luisenriquianas: "voy partido a partido, no leo la prensa e intento no hacer mucho caso a lo que se dice". Lo que se comenta es que es el mejor jugador del B, el que tiene más posibilidades de alcanzar el primer equipo, especialmente tras la llegada de Ernesto Valverde, un técnico particularmente acostumbrado a fijarse en los equipos formativos.

El Barcelona renueva a Aleñá

Eso sí, según Aleñá "cambia un poco jugar con el primer equipo a hacerlo con el filial" advierte para resumir que "allí encuentras a los mejores del mundo", capaces de convertir un melón en una deliciosa pared que le deje solo ante el portero rival. Si algo está aprendiendo a las órdenes de Gerard López es "la intensidad" y a competir en el fútbol profesional, donde nadie regala nada. Pero él ya sabe qué es jugar con presión desde que era un crío.

Llegó al fútbol formativo azulgrana con tan sólo ocho años procedente del Maristes de su Mataró natal y ha crecido bajo el paraguas del Barcelona que lo ha ganado todo durante la última década. De algún modo, es el primer centrocampista del filial que ha crecido acostumbrado a ver ganar al primer equipo, algo que no vivieron ninguno de sus predecesores. El periodista Oriol Domènech, uno de los mayores expertos de la Masía que existe, dice de él que es "extrovertido y muy maduro" desde niño, lo cual no ha hecho más que beneficiarle en una progresión que le ha llevado a las puertas del primer equipo.

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En este período le llamaban 'Maradona', algo que todavía le provoca risas. "Ya no me lo dicen tanto, ahora que me conocen mejor" bromea. "Me lo empezaron a decir en el equipo Cadete porque tenía su mismo peinado y soy zurdo" valora antes de señalar que "no me identifico con él a la hora de jugar, yo no soy Maradona ni ofrezco un perfil similar" admite para explicar que "siempre me lo tomé como un elogio" y poco más, insistiendo entre risas que "de verdad que no se nos puede comparar". Sus referentes, de hecho, siempre fueron otros.

"De pequeño me fijaba mucho en Rivaldo; luego estuvo Deco, que a pesar de no ser zurdo jugaba en mi misma posición" explica. "Hoy me fijo mucho en Iniesta, igual que antes lo hacía con Xavi, todos ellos resumen el perfil que me interesa, así aprendo de todos ellos e intento traducir su juego según mis propias habilidades" en el terreno de juego.

De momento acumula hasta quince convocatorias en Liga, en la que ha jugado tres partidos que serán más si no hay imprevistos. Por lo menos, este es su sueño. "Quiero seguir aquí y alcanzar el primer equipo" decía antes de firmar su ampliación de contrato, que acababa en 2018 y que ahora vence en 2021 pese a que tiene dos años más si alcanza el primer equipo. Porque a pesar de la desbandada de promesas de los últimos días, que nadie lo dude: el primer objetivo de Aleñá es quedarse y triunfar. Su éxito volvería a enviar un mensaje de éxito a la Masía y, quien sabe, igual entonces los jóvenes valores vuelven a pensar en triunfar en el Camp Nou y no lejos de él como hacen actualmente muchos.

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