Ricardo La Volpe y Atlas funcionan como sinónimos. Fueron buenas épocas aquellas cuando el Bigotón, en conjunto con un iluminado grupo de futbolistas, pusieron a los Rojinegros en los reflectores del futbol mexicano e internacional.
Un subcampeonato con sabor a título, cantera, una agradable actuación en Copa Libertadores y, posteriormente, un legado en Selección mexicana que solo comprobó lo realizado por Ricardo Antonio en la Perla Tapatía.
REY SIN CORONA
El Verano 99 cimbró el futbol mexicano. Sin lugar a dudas, el duelo entre Toluca y Atlas se encuentra en el listado de las mejores finales que nuestro balompié tenga memoria: por un lado, un cuadro escarlata rodeado de figuras, con figuras de jerarquía en la Primera División y comenzando su periplo legendario; por el otro, un equipo rojinegro conformado por los nuevos talentos de México, acompañados de hombres de experiencia, y comandados por Ricardo La Volpe, quien supo explotar a sus pupilos de inigualable manera.
El campeonato quedó en manos de los Diablo Rojos, después de una agónica serie de penales; sin embargo, Atlas fue considerado como el equipo revelación, con jugadores que durante años figuraron en los primeros planos del futbol azteca, con un estilo ofensivo y espectacular, todo ello originado del cerebro de La Volpe.
Próximo partido
EL PODER JUVENIL
Después de recordar lo realizado por Atlas en aquella final, contra la escuadra de Toluca, mencionamos la base juvenil que, de manera sorpresiva, invitó a los aficionados del futbol mexicano a adoptar como segundo equipo a los Rojinegros de La Volpe.
En aquella época, complementados con futbolistas como Pablo Lavallén, Jorge Almirón y Hugo Castillo, los tapatíos contaron con la sangre joven de Erubey Cabuto, Omar Briceño, Julio Estrada, Fernando Salazar, César Andrade, Gerardo Torres, Daniel Osorno, Miguel Zepeda, Juan Pablo Rodríguez y, por supuesto, Rafael Márquez.
Cada uno de ellos contó con el respaldo de La Volpe para tener continuidad en el equipo rojinegro, acaparar los reflectores de otros clubes mexicanos y el extranjero, Selección Nacional y, por encima de todo, entender el juego de la pelota de manera inigualable.
SORPRESA LIBERTADORA
En la edición 2000 de la mítica Copa Libertadores, y después de clasificarse en la etapa previa junto al cuadro del América, el Atlas de Ricardo La Volpe se ubicó en el grupo 4 del torneo, junto a los conjuntos de River Plate, Universidad de Chile y Atlético Nacional.
Aunque los pronósticos dejaban fuera de competencia a los Rojinegros, apenas concluida la primera etapa, los muchachos del Bigotón dieron la 'campanada' tras clasificarse en el segundo sitio, apenas un punto por debajo de River (9 puntos, contra 8), quedando igualados en la siguiente fase contra Atlético Junior.
La eliminatoria ante los cafeteros concluyó con el pase del cuadro mexicano a Cuartos de final, tras superar en el marcador global por un incontestable 5-1. La siguiente afrenta, un sinodal de jerarquía en Sudamérica y con el genial momento de Alex, su referente, como cartas en contra: Palmeiras de Brasil, dirigido por Luis Felipe Scolari, quien sería, dos años más tarde, el entrenador campeón del mundo.
La eliminatoria frente al Palmerias concluyó con triunfo para los brasileños (a la postre, subcampeones del torneo, tras perder contra Boca Juniors), pero la exhibición del equipo de Ricardo La Volpe dio de qué hablar en el continente.
