ENTREVISTA EXCLUSIVA
Gremio se enfrenta este sábado al Real Madrid en la final del Mundial de Clubes en Abu Dhabi. Y sin Arthur a disposición del técnico muchas esperanzas de la torcida brasileña estarán depositadas en Luan [27 de marzo de 1993, Sao Paulo], que es la otra gran estrella del campeón de Sudamerica. “Es el partido de mi vida”, reconoce el atacante a Goal. Lógico. No obstante, Gremio llevaba 22 años sin ganar una Libertadores que le diera acceso al Mundial de Clubes, y encima estará enfrente el Real Madrid de su ídolo Ronaldo Nazario. “Él y Ronaldinho son los jugadores en los que siempre me fijé”, explica. “Tenemos nuestras opciones de ganar al Real Madrid, claro”, asegura sin titubear. Aunque también con todo el respeto posible.
“HAY INTERÉS DEL REAL MADRID EN ARTHUR. NO ESTÁ CERRADO CON EL BARCELONA”
Así se manifestó también Renato Gaúcho, el técnico del equipo brasileño, cuando dijo que él en su momento tenía más fútbol que ahora Cristiano Ronaldo. No fue bien acogida esa fanfarronería en el bando blanco. Y el ‘7’ de Gremio, que tiene en su entrenador a uno de sus grandes soportes, regatea la polémica con la misma facilidad que lo hace sobre el verde: “¡Es que yo no vi jugar a Renato!”, dice entre risas de típico pillo. ‘Pero sí que ves a Cristiano Ronaldo’, le replico. Y ahí ya se abre sin miramientos: “Es un grandísimo jugador. No sólo dentro del campo sino fuera también. Es un ejemplo. El mejor del mundo. Estoy encantado de poder jugar contra él en la final”.
Próximos partidos
Es entendible semejante admiración. Y es que cuando Cristiano Ronaldo ya había ganado un Balón de Oro con el Manchester United, Luan ni siquiera jugaba todavía al fútbol. Entonces, y hasta los 19 años, se entregaba al fútbol-sala. Y ahora suma apenas 24 años. Una rara avis en este deporte. “Me adapté rápido al fútbol. Lo mejor del sala es que marcaba siempre en todos los partidos, y ahora cuesta más. Pero ahora tengo más espacios para correr y para driblar”. Otra vez la sonrisa pícara.
No es sólo la sonrisa, en realidad. Luan parece pícaro de por sí. Aparentemente frágil físicamente, de mirada limpia, verbo suelto, y permanente buen humor. A los cinco años, Luan perdió a su padre y fue su madre quien le crio. “Fue difícil. Mi madre era asistenta y tenía que trabajar muchas horas al día”, recuerda a Goal. “Mi madre lo es todo para mí. El mensaje que más me ha emocionado antes de la final ante el Real Madrid fue el suyo. Siempre me ha aconsejado que sea yo mismo y que actúe con el corazón”, explica.
Su madre se llama Marcia, y lleva su nombre tatuado en el brazo derecho. Entre otras decenas de tatuajes repartidos por todo el cuerpo. “Me gustan. Algunos son parte de mi vida y de mi familia. No sé ni los que tengo”, reconoce, mientras los va enseñando sin pudor ninguno. En el gemelo derecho luce unos niños jugando al fútbol y un reloj con un verso de la Biblia; en el brazo derecho, además del nombre de su madre y de más versos bíblicos, aparecen una carpa y unas rosas; un león en el hombro izquierdo; un ave en el cuello; los aros olímpicos en el pectoral derecho, por la medalla de oro en Río 2016; etcétera, etcétera.
ASÍ ES COMO LOS EMIRATOS ÁRABES QUIEREN CONQUISTAR EL MUNDO DEL FÚTBOL
Tanto tatuaje camufla en su antebrazo derecho una cicatriz de una fractura cuando era pequeño. Cuesta distinguirla. No todos sus compañeros en Gremio lo saben, pero Luan se rompió el brazo hace muchos años. Eso sí, ello no cortó su carrera en el fútbol. Para nada. Al contrario, le sirvió para agudizar su ingenio. “Tenía un partido muy importante en la escuela, y la escayola me llegaba casi hasta el hombro. Tenía que jugar. Así que corté la escayola hasta casi la muñeca, donde estaba la fractura. Podía mover el brazo, pero no me dejaban jugar con el yeso, así que ese día me puse manga larga para que no se me viera”, rememora entre risas. Ganaron aquel partido con dos goles suyos, por cierto. Un pícaro integral, como se intuía a primera vista.
Irónico recordarlo ahora, cuando está a punto de enfrentarse al Real Madrid por un título que sería histórico para ambas partes y muchos de los focos están puestos en él. Parece que no le pesa la presión en absoluto. Ni siquiera cuando se sabe observado por muchos de los grandes clubes europeos. “No tengo prisa por dar el salto a Europa. Ya llegará el momento ideal para hacerlo”, reconoce. El mejor escaparate posible, este sábado a partir de las 18:00 CET en el Zayed Sports City Stadium de Abu Dhabi.
