River hacía fútbol en su predio de Ezeiza cuando un cruce entre dos jugadores le puso tensión a la mañana del viernes.
Tomás Andrade encaró por izquierda y empezó a pisar la pelota ante la marca de Lucas Martínez Quarta, a quien evidentemente no le gustó nada y lo trabó abajo demasiado fuerte.
Inmediatamente, el mediocampista reaccionó con una patada y tuvo que ser calmado por Alexander Barboza y Camilo Mayada para que la situación no pase a mayores.