El Sevilla volverá a disputar la final de la Copa del Rey dos años después de ser subcampeón en la edición de 2016 en la que el Barcelona se acabó llevando el trofeo en el Vicente Calderón.
En aquella ocasión los culés ganaron por 2-0 pero sufrieron de lo lindo con la expulsión de Mascherano en la primera parte. El Sevilla monopolizaba la posesión a través de Banega, el Barça quería salir a la contra y los de Nervión sabían que estaban ante su gran oportunidad de alzar la Copa.
El rosarino fue el protagonista absoluto en el que fue el último partido de su primera etapa con la camiseta del Sevilla, rozó la gloria con un tiro que se estrelló en la madera y después el destino lo golpeó tras ser expulsado al parar a Neymar en una contra. La roja acabó facilitando la victoria del Barça en la prórroga.
Próximos partidos
"He tenido mucha relación con Banega. De amor y odio. Lo quiero porque ama al fútbol. En Sevilla ha entregado su corazón y su fútbol y se va llorando", explicó el entonces entrenador Unai Emery con la voz quebrada sobre lo que significó para su pupilo aquel partido.
Dos años después, Banega, que volvió a Sevilla tras su experiencia de sólo un curso en el Inter, estará otra vez en la final de la Copa del Rey con el equipo donde más ha disfrutado del fútbol y espera que en esta ocasión las lágrimas puedan ser de alegría.
