ANÁLISIS
El Real Madrid cierra este miércoles el mercado invernal de fichajes sin haber hecho ninguna incorporación. Ni aunque se haya tratado de un invierno récord en la ventana de transferencias. Ni aunque esté necesitado de recuperar el buen tono urgentemente por los resultados de la primera mitad de curso. Eso sí, desde el club blanco están inmersos ya en un proceso de profunda reflexión de cara al mercado estival de fichajes. Y es que el pobre balance deportivo hasta el momento invita a pensar en una renovación de la actual plantilla. Especialmente, en algunas posiciones que son manifiestamente mejorables a ojos del rendimiento actual.
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Se trata de la portería, los laterales, el centro de la defensa, el pivote o la delantera. Irónicamente, muchas de estas posiciones ya fueron ‘retocadas’ el pasado verano, pero sin mucho éxito. De ahí que hayan surgido ya nombres en la agenda merengue a día de hoy: los De Gea, Courtois, Donnarumma o Jan Oblak, para la portería, todos del gusto de los dirigentes merengues -especialmente el español-; Álvaro Odriozola para el lateral derecho, cuya operación ya se sondeó el verano pasado; David Luiz ha sido ofrecido para el puesto de central; y los Harry Kane, Mauro Icardi, Edinson Cavani o Robert Lewandowski para la delantera, siendo algunos de los arietes más destacados del Viejo Continente, cada uno con sus respectivas ventajas e inconvenientes para acometer las negociaciones.
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Asimismo, ya nadie en la Casa Blanca cierra la puerta a la llegada de uno o varios ‘cracks’ que traigan aire fresco a un equipo con la misma base durante muchos años. Y aquí además de los nombres de los ya mentados guardametas, así como delanteros como Harry Kane o Lewandowski, se unen otras figuras en posiciones ya cubiertas: se trata sobre todo de Neymar y de Eden Hazard, muy del gusto del club blanco y de Zidane desde hace mucho tiempo.
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En las últimas temporadas, se da la paradójica circunstancia de que el Real Madrid viene recaudando más dinero en ventas que lo que está invirtiendo en fichajes. Y ahí están los casos de Morata, Danilo, Mariano, Jesé, Di María, Ozil, Higuaín… A cambio, desde el club blanco han invertido buena parte de su caja fuerte en renovar los contratos a la plantilla actual, pero desde Concha Espina aseguran que aun así hay dinero como para hacer inversiones fuertes en el futuro más próximo.
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Así las cosas, a día de hoy, todo parece cuadrar para vivir un verano movido en el Santiago Bernabéu: dinero en caja, una plantilla con síntomas de agotamiento, nombres ya en negro sobre blanco en la agenda… Sin embargo, ninguna de estas piezas es vinculante de cara al verano, con media temporada aún por disputarse.
En el Real Madrid son conscientes de que todavía queda mucho curso por delante y pueden suceder muchas cosas: en lo que concierne al mercado de fichajes, pero sobre todo, en lo relacionado a su propia plantilla y sus propias necesidades. Estos serían algunos de los objetivos blancos para el próximo verano, pero después de lo vivido con Mbappé y Kepa, o la milagrosa recuperación del equipo en 2016, nadie a día de hoy en la planta noble del coliseo blanco puede aventurarse ya a asegurar cómo será el próximo verano por la capital española.
