ANÁLISIS
Philippe Coutinho llegó al Barcelona con la etiqueta de ser el sustituto de Andrés Iniesta, quien acaba de abandonar el club tras veintiún años. Desde entonces ambos han coexistido en el mismo ecosistema táctico, cinco meses en los que el brasileño ha demostrado que, en azulgrana, la posición de extremo izquierdo, más desligada de las tareas de repliegue, es donde puede explotar mejor sus condiciones para encarar a los rivales, irse hacia el centro y buscar una buena posición de remate con la diestra, su pierna buena. Por la derecha no logra el mismo efecto y cuando ha tenido que reemplazar a Iniesta en la media el equipo sufría algunos desajustes a pesar de la intensidad del brasileño en todo lo que hace. Sin embargo, y ya con la camiseta de Brasil, ante Suiza ocupó la misma demarcación del manchego en el Barcelona y fue el mejor de su equipo a pesar del empate.
En la canarinha tiene que jugar en la media por descarte pues es Neymar Da Silva quien ocupa el extremo izquierdo, aunque el crack del PSG actúa con plena libertad de movimientos, mientras que en el Barcelona es Leo Messi quien goza de ese honor y el rosarino, zurdo, suele arrancar desde la derecha. Sucede, no obstante, que Neymar ya jugó en esa posición en el Barcelona con Iniesta cubriendo el flanco izquierdo de la zona ancha y ganaron un triplete, lo cual es un poco lo que ha venido haciendo Ernesto Valverde en el tramo final de la temporada, cuando Coutinho brilló con 5 goles en 3 partidos. De todas formas lo que se le va a pedir al brasileño no son solo goles si finalmente acaba ejerciendo de centrocampista.
Ante Suiza fue, junto con Neymar, quien más remató a puerta con 4 lanzamientos y alcanzó un muy meritorio 90% de precisión de pase que toma especial relevancia si se tiene en cuenta que además fue el jugador de Brasil que más pases realizó en campo contrario, con un total de 52. Además, rascó cuando hizo falta recuperando 3 balones -Paulinho Bezerra, también titular, apenas recuperó 1- y de los jugadores de ataque fue el que menos balones perdió. Son características que le habilitan para confirmarse como el sustituto de Iniesta que obsesiona al barcelonismo.
Porque sin el de Fuentealbilla "habrá que modificar los equilibrios del equipo" ha explicado Valverde. Coutinho se antoja como una pieza clave en esta ecuación, llamado a ejercer de enlace, junto a Messi, entre el frente de ataque y el resto del equipo, exactamente lo que Tite le pide en Brasil. "Es un articulador que tiene su posición ideal tanto en un 4-3-3 como en un 4-4-2" explicó el seleccionador brasileño en Sport hace un año. Hoy no tiene problemas en señalar que "es fantástico tanto como extremo como jugando por dentro, es un jugador competitivo y respetuoso, un claro ejemplo para todos" según explicó el seleccionador brasileño hace pocas semanas. Son exactamente las mismas cualidades que hicieron de Iniesta lo que es hoy en día.
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Y son precisamente estas habilidades las que debe explotar el Barcelona en la búsqueda de nuevos equilibrios tras el adiós de Iniesta, tal como hace Tite. El seleccionador brasileño, reconocido amante del juego ofensivo, ha rechazado la posibilidad de dibujar un frente de ataque mediático con Coutinho, Neymar y Gabriel Jesús, manteniendo el 4-3-3 pero con Willian como extremo derecho y Coutinho al timón del equipo desde el volante izquierdo, un módulo que Valverde valora si mantener o no para evitar comprometer el equilibrio sin un futbolista con la ascendencia y el conocimiento del juego del manchego. En Brasil la clave la tiene Willian, un delantero con alma de centrocampista que tanto ataca como defiende. Lo que está claro es que Coutinho da muestras de estar preparado para lo que sea.
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