El Real Madrid recibe al PSG este miércoles en los octavos de final de la Champions League. Un PSG que no tiene nada que ver con el que hace justo un año cayó en esta misma ronda ante el Barcelona. Y es que en verano tiraron la casa por la ventana para fichar a Kylian Mbappé y a Neymar, dando un salto de calidad de incalculable valor todavía. Y es Neymar precisamente el mayor temor para el aficionado del Real Madrid. Lo conocen bien de su paso por el Barcelona. Y en el propio club blanco lo conocen aún mejor, pues le tienen ahora en su agenda después de haberle seguido desde que era bien pequeño. Es más, en 2006, con 14 años, estuvo diez días en la Ciudad Deportiva de Valdebebas probando con el Infantil A de los blancos, junto a los Dani Carvajal, Álex Fernández, Pablo Sarabia o Fran Sol, y dejando una magnífica impresión en La Fábrica desde entonces. Lo sabe bien Jesús Gutiérrez, quien fuera el entrenador de Neymar en esa semana que estuvo con el Real Madrid.
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Después de su paso por el Real Madrid, Jesús es ahora responsable de la formación de los entrenadores de la Escuela Deportiva Moratalaz -que cuenta con más de 700 chicos repartidos en 38 equipos-, además de responsable de la sección de alto rendimiento del club y las relaciones internacionales. Son ya siete años en este club con solera en Madrid. Y ahora se cumplen doce años del paso de Neymar por La Fábrica. Sin embargo, Jesús todavía se acuerda bien del brasileño.
“Un día por la mañana me llaman del Real Madrid y me dicen que va a ir un chico a entrenar con nosotros de Brasil. Me quedé extrañado porque no era habitual que vinieran chicos extranjeros a hacer pruebas. Cuando voy al vestuario de jugadores, veo que en la puerta hay un chavalín súper delgadito, pequeño, con el pelo rapado, y me doy cuenta que viene acompañado de personal del Real Madrid y de una persona que podía ser su familiar. Me lo presentan, me dicen que se llama Neymar y que va a entrenar con nosotros esa semana”, rememora Jesús Gutiérrez. “Era tímido al principio, callado. Pero fue salir a entrenar y en cuanto empezamos a hacer los primeros ejercicios, ya llamó mucho la atención por su calidad técnica. Era un chaval con una capacidad tremenda con las dos piernas, para pasar, regatear, tirar… Realmente llamaba mucho la atención. Para su edad, no era común. Desde el primer día nos dio la pista sobre lo que teníamos delante”, explica.
Desde otra perspectiva diferente, Álex Fernández, ahora brillando en el Cádiz, también recuerda el paso de Neymar por el Real Madrid. “Se le veían maneras de buen futbolista, sobre todo técnicamente. Era timidillo. Estuvo muy poco tiempo. Creo que ninguno de nosotros pensaba en ese momento que podría convertirse en lo que al final terminó convirtiéndose”, explica a Goal el talentoso mediocampista madrileño, que pasó por todas las categorías de La Fábrica y coincidió con el brasileño en el Infantil A durante esos diez días de prueba.
Próximos partidos
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Neymar no llegó a jugar ningún partido con el Real Madrid, ya que estaban en plena liga, aunque desde el club blanco pretendieron que jugase en el prestigioso torneo MIC con ellos. No fue posible finalmente. Sea como fuere, lo tenían claro desde el primer momento en el que le vieron entrenarse: el brasileño era un jugador que tenía que ser parte del club. “Ya desde el segundo día de entrenamiento bajaban los jefes a verlo”, recuerda Jesús Gutiérrez. “Me decían: haz 10-15 minutos de calentamiento ¡y partido! Así que todos los días hacíamos eso porque le querían ver en acción. Y era una delicia verlo. Todo lo que te pueda decir es poco. Desde el primer momento era increíble ver su capacidad para sortear rivales, o para jugar de primeras. Era lo que más me llamaba la atención. Que un chaval de 14 años entendía muy bien el juego y sabía cuándo era necesario quedársela, cuándo había que ser más vertical, cuándo había que conducir… era algo que los de esa edad todavía no lo conocen. Pero él lo tenía muy claro”.
“Desde el segundo día que llegó Neymar había 8-10 personas del club que iban a verlo. Recuerdo que estaban Ramón Martínez, Alberto Giráldez, Paco de Gracia, y a otros entrenadores que venían. ‘Nos hemos enterado que este chico es un fenómeno, así que venimos a verlo’, decían. Y en febrero por la noche con el frío que hacía entrenábamos con más público que durante el año”, explicaba Jesús Gutiérrez. Uno de esos entrenadores del Real Madrid que no se perdía las evoluciones de Neymar en Valdebebas era Iñaki Beni, que ahora es coordinador de la Spanish Soccer School en Dubai, la escuela que dirige Míchel Salgado en Emiratos Árabes Unidos. E Iñaki tiene un recuerdo todavía más vivo de aquellos primeros momentos del brasileño en Valdebebas:
“Yo lo estaba viendo desde la grada y era especial. Era un chico que el primer toque que tuvo ya iba a por el defensa. Y eso es muy difícil de encontrar en las primeras pruebas. La primera que tuvo fue a encarar al lateral derecho que tenía enfrente y el pobre le vio pasar como un avión. El segundo gesto que tuvo fue un tirazo directo a la cruceta. Alguien con ese desparpajo en el campo, sabes que es distinto. A mí siempre que me preguntan si alguien va a llegar a Primera División, yo siempre respondo que es muy difícil llegar a Primera, porque pueden pasar muchas cosas. Pero en ese caso, con Neymar, lo que piensas es: ‘No sé si llegará a Primera, pero lo que acaba de hacer es de Primera División’. Es que recuerdo la primera jugada, y la cara de todos en la grada. Fue en plan: ‘Ostias, qué ha pasado’”, explicaba Iñaki Beni a Goal desde Dubai.
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Con semejante despliegue en aquellos pocos días en Valdebebas, todos en La Fábrica parecieron tener claro que el futuro de Neymar debía pasar por el Real Madrid. El primero, el propio Jesús Gutiérrez. “Mi decisión final era que era un chaval que mejoraba claramente lo que teníamos en ese momento y que había que firmarlo de manera inmediata. Creo que el Real Madrid tenía la misma sensación. Y creo que la decisión era no dejar escapar al chico”, recuerda. “Se comenta que el Real Madrid le ofreció la posibilidad de quedarse y firmar un contrato, y al parecer, lo que se rumoreaba, es que el padre debió coger esa oferta del Madrid y enseñarla en Brasil. Por lo que se cuenta, el presidente del Santos dijo: ‘vuélvete para Brasil que te buscamos algo similar’. No sé si le mejorarían la oferta o qué, pero el Real Madrid quiso fichar a Neymar, y si no lo hizo, no fue por ningún tipo de error”, explica el que fue el técnico que redactó el informe definitivo de evaluación del brasileño tras unos días a prueba en Valdebebas.
“A mí me parecía que Neymar era algo mejor de lo que yo había visto en el Real Madrid, y por lo tanto claramente futurible para el primer equipo. Pero quién podría decirlo. Nunca vi un chico a esa edad con esas capacidades. Y había tenido la suerte de trabajar con muchos chicos muy talentosos, pero Neymar era el mejor. ¿Una espina personal por no haberlo podido tener más tiempo, viendo en lo que se ha convertido? No. Ya me siento muy afortunado de haber podido estar con él esas 10 sesiones que estuvimos. Me queda más espina, por el hecho de ser madridista, que al llegar tan joven al Real Madrid, Neymar hubiera podido ser el Messi del Real Madrid. Ese extranjero que llega joven, que en nada se planta en el primer equipo, y se tira diez años siendo uno de los referentes”, analiza Jesús Gutiérrez a modo de corolario de lo que pudo haber sido pero no fue.
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Aunque eso sí, nadie a día de hoy pone la mano en el fuego porque aquella breve etapa no tenga una reedición en un futuro cercano, pero con Neymar ya convertido en una estrella consolidada. Al Real Madrid le gusta esa opción. ¿Y quién dice que al brasileño no le gusta también? “En cuanto se dieron cuenta de la perla que había en ciernes, el Real Madrid lo hizo muy bien porque empezó a llevarlo al vestuario del primer equipo, entonces había brasileños en el primer equipo y los conoció de primera mano. Le llevó también al Bernabéu a un partido ante el Deportivo. Es posible que Neymar piense algún día que estuvo en ese club y ese vestuario cuando era un niño y que quiera ser un referente de ese equipo”, recuerda Jesús Gutiérrez. “A mí me encantaría que algún día pudiera jugar para el Real Madrid”, puntualiza. Y no es el único. Aunque, de momento, el club blanco primero deberá sufrirlo este miércoles en el coliseo blanco en dura pugna por una plaza en los cuartos de final de la Champions League. Quién lo hubiera dicho aquel mes de febrero de 2006 cuando el menudo jugador brasileño aterrizaba en la capital española de la mano de su padre...
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