Tomás Balcázar González fue una leyenda de Guadalajara, razón por la que llegó a disputar el Mundial de Suiza 1954 (dos partidos y un gol) con el seleccionado mexicano. Javier Chicharo Hernández se destacó también como futbolista en el país azteca, motivo por el que fue citado para participar con México en la Copa del Mundo de 1986 (no tuvo minutos en el campo de juego). Chicharito Hernández es nieto del primero y es hijo del segundo. Es, también, el mejor de esta dinastía de tres generaciones, el hombre que se convirtió en el símbolo actual del fútbol mexicano y la mayor esperanza del equipo de Juan Carlos Osorio para afrontar el certamen de Rusia 2018.
Su pasado, su presente, su posible futuro, sus estadísticas, su estatus de ídolo, su rostro de eterno niño querido y su destacado juego son razones para afirmar y reafirmar que el hombre de West Ham es la máxima figura del seleccionado tricolor, formando parte de la Marca México en el mundo, así como puede ser el tequila o el Chapulín Colorado. Con 29 años, el delantero ya actuó en dos mundiales: cuatro encuentros y dos goles en Sudáfrica 2010, y cuatro partidos y un tanto en Brasil 2014; ya brilló en una Copa de Oro, la de 2011, en la que terminó campeón, goleador del torneo (siete gritos) y elegido el mejor futbolista del campeonato; y ya vistió la camiseta de dos de los clubes más grandes del mundo: Manchester United y Real Madrid. Su actualidad se encuentra otra vez en la Premier League, a donde volvió en julio de 2017, convirtiéndose rápidamente en un referente del plantel de la institución de Londres, luego de vivir una muy buena etapa en Bayer Leverkusen. La grandeza de sus números, por otra parte, se resume con un dato: es el máximo goleador histórico de su Selección, superando a Jared Borgetti. Y su técnica sigue vigente como para estirar la cifra: continúa siendo ese atacante peligroso para los adversarios, capaz de inventar o definir acciones, causando asombros por su velocidad.
El ascenso en la trayectoria de Chicharito se puede medir con otra particularidad: no son pocos los que comparan su desempeño con el que tuvo Hugo Sánchez, quien es considerado por mayoría como el mejor jugador mexicano de todos los tiempos. “Y es el mejor que va a haber, y creo que van a faltar 300 años para que alguien supere a Hugo Sánchez. ¿Para qué me meten? Yo no lo hago, se los juro”, se encargó de aclarar Hernández en una entrevista con Televisa Deportes.
El Universal
En noviembre de 2015, en una curiosidad regalada por el destino, fue Chicharito el que rompió un récord del propio Sánchez, tras marcar en siete partidos consecutivos (10 goles) con la camiseta de Leverkusen. El histórico 9 de Real Madrid se quedó en seis. Un detalle, solamente…
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