Adrián Ramos fue llamado al orden por el Granada para que regresara inmediatamente a los entrenamientos del club y le dejó claro al delantero cafetero que solo podrá dejar la entidad de Los Cármenes cuando un equipo pague los 10 millones de euros que vale su ficha.
El ex Borussia Dortmund había entrado en desobediencia hace unos días, negándose a entrenar con el resto de la plantilla para forzar su salida del Granada, ya que no le interesa para nada jugar en Segunda División, porque considera que lo aleja de la Selección y la posibilidad de jugar el próximo Mundial.
Levante había tanteado el terreno para fichar al cafetero, pero las altas pretensiones económicas del grupo Chino Lifan, dueño del pase del jugador, y del Granada, alejaron al conjunto valenciano de una posible negociación.
Por ahora, el Granada no ha recibido ninguna oferta formal que cumpla con sus expectativas, por lo que Ramos deberá continuar entrenando de cara a su debut en la temporada que será en la Segunda División española.
.jpg?auto=webp&format=pjpg&width=640&quality=60)