OPINIÓN
El fútbol lleva toda la vida siendo pasión y donde más se siente esa exaltación es en las rivalidades. Real Madrid y Barcelona viven una de las enemistades más fuertes en el panorama internacional, acrecentadas en los últimos años por trasladar sus vibrantes duelos a todas las competiciones, incluyendo la Champions League y acrecentadas también por la gran cantidad de aficionados que aglutinan en el planeta.
Los seguidores del Real Madrid más famosos
Los seguidores de sendos clubes, extendidos por su popularidad y éxitos, han hecho que sus piques ya no sean parte de tertulias solo locales, entre vecinos de un pueblo o de una misma ciudad española sino universales, por el poder de las redes sociales y el alcance internacional que ha adquirido el Clásico.
La debacle del Barcelona ante la Roma en los cuartos de final unido a la eliminación a la par del City de Pep Guardiola ante el Liverpool han supuesto en el aficionado merengue una doble alegría por ver fuera a dos rivales fuertes, a dos enemigos íntimos: por un lado al eterno rival y por otro a uno de los iconos de la ‘Masía’ y arquitecto de uno de los mejores Barcelonas de todos los tiempos, señalado por los madridistas como el gran archienemigo tanto por su labor deportiva como por los desencuentros extradeportivos con la parroquia merengue.
Y es que así es el fútbol, como dijo aquel: este deporte es una revancha continúa. La felicidad de unos se convertirá en las lágrimas del mañana. Y lo que unos celebran hoy con sorna puede volverse en su contra al día siguiente. Pero lo que nadie quita al hincha del Real Madrid es la exultante ración doble recibida este martes de forma simultánea. Un doblete sin goles cargado de mucha rivalidad.
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