Mariano Soso GimnasiaDiario El Dia

¿Cómo debe reaccionar un técnico ante un caso de dóping positivo en su equipo?

La felicidad que atravesaba Gimnasia en su regreso al trabajo, luego de conseguir la primera victoria en la Superliga argentina el domingo ante Olimpo, se vio sacudida por una mala noticia: Luciano Perdomo, volante de 21 años, dio positivo en un control antidóping realizado en el choque ante Colón, de la 27° fecha de la pasada temporada. Si bien no estaba especificada la sustancia, se mencionó que se trabaja de una "droga social" en referencia a la marihuana.

Lejos de esconder el hecho bajo la alfombra, en el Lobo salieron al cruce velozmente y de la mejor forma posible: se anunció una conferencia de prensa luego del entrenamiento de la que formarían parte el propio futbolista, el secretario técnico Roberto Depietri y el entrenador, Mariano Soso.

Hasta hace unos meses, el técnico del Lobo era un total desconocido en estas tierras: rosarino y de la cuna de Newell's, exayudante de Claudio Vivas y Javier Torrente, de paso exitoso por Perú con un título en Sporting Cristal, llegó al Lobo repleto de interrogantes. La primera, basada en su corta edad: tiene 36 años, la misma que, por ejemplo, el capitán Lucas Licht.

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Desde su primer día, Soso demostró su visión integral del fútbol, con un planteo táctico ambicioso que lo llevó a empatar 4-4 en su debut ante Defensa y Justicia. Luego de dos derrotas, contra Unión y Huracán, logró ganar en Bahía Blanca por el gol olímpico de Alemán. Pero su verdadero golazo llegó este martes, con la magistral conferencia de prensa defendiendo a Perdomo, cuyo detalle puede leerse en este comunicado.

En el mismo, comienza explicando que, si bien su jugador no padece una adicción a la droga, la misma está prohibida y por eso debe ser penada. Sin embargo, bregó para que no exista estigmatización y se lo entienda como "sujeto social" con sus comportamientos. Y, por esa razón, una vez superada la sanción tendrá las mismas oportunidades.

Pero, en el párrafo más importante, destacó que para luchar contra las drogas hace falta "prevenir, visibilizar y concientizar" sobre el efecto de las mismas en el rendimiento, con las "herramientas necesarias para transformar y construir el club soñado".

El mensaje fue rápidamente captado por Perdomo, quien tampoco esquivó el tema: "Me hago cargo de lo que pasó. No fui profesional. Esperaré el tiempo que sea para cumplir por lo que hice", detalló al momento de enfrentar el micrófono, asumiendo toda la responsabilidad.

¿Por qué sorprende algo que, más allá de ser correctísimo, debería ser moneda corriente? Porque el dóping en el fútbol es históricamente un tabú, aun cuando se trata de sustancias recetadas por propios médicos como el Oxa B12, que metió en problemas a varios futbolistas el año pasado, o los diuréticos administrados por River que obligaron a suspender a Mayada y Martínez Quarta en la Copa Libertadores.

La marihuana, más allá del debate (necesario) de su despenalización o no, crea un verdadero estigma que termina dañando la carrera del futbolista, en vez de darle la ayuda necesaria. Por eso Mariano Soso y Gimnasia son noticia y de la forma más positiva, aportando al menos un granito de arena para que que un tema delicado quede alejado de los policiales y se centre en la salud.

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