Después de que el Real Madrid ganara la final de la Liga de Campeones contra el Liverpool en Kiev el 26 de mayo, tanto Gareth Bale como Cristiano Ronaldo insinuaron que podrían abandonar el Real Madrid.
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En ese momento, las declaraciones de Ronaldo parecían poco más que una estrategia para obtener un mejor contrato y ganar un poco de protagonismo; las quejas de Bale estaban cargadas de frustración tras otra temporada difícil en el Santiago Bernabéu.
Si alguien se iba a ir, seguramente sería Bale y no Cristiano. Pero dos meses después, el portugués es ahora jugador de la Juventus y el extremo galés se prepara para vivir su sexta temporada en el Real Madrid.
"Hablaré con mi agente este verano", dijo Bale inmediatamente después de que los blancos ganaran la 'Decimotercera'. "Tengo que jugar más. No estoy contento con los minutos que jugué este año. No haber comenzado la final fue una decepción", agregó. El ex del Tottenham compensó esa decepción anotando dos goles decisivos en la victoria por 3-1, el primero con una volea espectacular.
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Más tarde, en una sesión de preguntas y respuestas que tuvo en Cardiff, aseveró: "Estaba frustrado por no comenzar la final, pero sabía que era capaz de participar en el juego y así lo hice".
"Fue genial hacer ese gol, fue pura emoción. Es una de las cosas que no piensas, sólo reaccionas y la haces. Siempre quise meter un gol de chilena y marcarlo en esta ocasión... era el lugar y el momento para hacerlo", añadió el delantero.
Por su parte, Ronaldo había anotado un gol similar en los cuartos de final de la Liga de Campeones ante la Juventus, llevándose además una ovación de los seguidores italianos.
La próxima temporada, esos fanáticos serán suyos después de que el cinco veces ganador del Balón de Oro completara un traspaso inesperado por más de 100 millones de euros a principios de julio.
Después de su salida, el Real Madrid le empezó a buscar un reemplazo, con Neymar, Kylian Mbappe y Eden Hazard como objetivos principales para llenar el hueco dejado por el portugués, autor de 450 goles en 438 partidos con los capitalinos en sus nueve campañas en España.
Sin embargo, el Paris Saint-Germain no contempla la venta del atacante brasileño ni la del delantero francés, mientras que la llegada de la estrella belga del Chelsea también parece difícil después de que su hermano insinuara en las redes sociales esta semana que no se irá al Real. Por si fuera poco, su nuevo entrenador, Maurizio Sarri, dice que espera mejorarlo como jugador en Stamford Bridge.
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De cualquier manera, el Real Madrid no quiere que Bale se vaya. Incluso antes de la salida de Ronaldo tampoco querían. Ya sin el luso en el Bernabéu, Bale es una parte todavía más grande en el proyecto del club para la próxima temporada.
"Galáctico de guardia", titulaba en su portada el diario AS el lunes de esta semana, explicando que el equipo madrileño en 2018-19 estará en sus manos luego de la partida de Ronaldo y tras la dificultad que significa traer a otro jugador de élite.
Bale, quien cumplió 29 años a principios de este mes, ha anotado 88 goles en 189 partidos con el Real en sus cinco temporadas en el club, lo que ayudó a Los Blancos a ganar cuatro coronas de la Liga de Campeones.
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Apenas ha jugado el 53% del total de minutos desde que llegó al Madrid, anotando un gol cada 159 minutos (Cristiano lo hizo cada 84') en su carrera como merengue, y uno cada 112' la temporada pasada (Ronaldo hizo uno cada 83' en 2017-18).
Sin embargo, el portugués lanzaba todos los penaltis y todas las faltas, además de ocupar un lugar en el centro del área, especialmente en los últimos años, en los que fue abandonando la banda. Y Bale, por el contrario, apareció más implicado en la elaboración que en la definición de las jugadas.
Eso no quiere decir que ahora el galés anotará tantos goles como lo hizo Cristiano, pero da la sensación de que sus mejores actuaciones llegaron cuando Cristiano no estuvo en el equipo. Tal vez se haya sentido algo inhibido con la presencia de 'CR7'.
Ahora, con Ronaldo siendo parte del pasado en el Santiago Bernabéu, Bale debería tener más minutos y el Real Madrid podría ver una versión diferente del 'Extremo de Cardiff', lo que significaría una gran noticia para Julen Lopetegui, que comienza su particular camino en la Casa Blanca sin el genio portugués.
