EDITORIAL
"El balón corre siempre muy rápido en Anoeta" advertía Ernesto Valverde antes de visitar a la Real Sociedad. Y más que corrió esta vez, con la intensa lluvia que cayó sobre el césped del equipo donostiarra. Aguado, el Barcelona vio como Willian José y Juanmi frustraban el buen inicio en su estadio maldito, donde no ganaba desde hacía más de una década. El balón corría, en efecto, pero eran los futbolistas azulgrana los que iban tras él. Hasta que apareció Luis Suárez para volver a exhibir su espectacular momento de forma, dar los tres puntos a su equipo y acabar con la maldición en el estadio más adverso del siglo XXI.
Antes, sin embargo, Paulinho Bezerra compensó el fallo en la marca que propició el primer gol del partido aprovechando el centro desde la izquierda de Luis Suárez. Inconformista, el uruguayo arrastraría a su equipo en el segundo tiempo. A los cinco minutos recibió un pase de Leo Messi que convirtió en una rosca diabólica que batió a Jerónimo Rulli y puso las tablas de nuevo. Ya con el Barcelona lanzado y la Real notando la falta de aliento Thomas Vermaelen (sí, han leído bien) cabeceó de forma rutinaria un servicio desde la portería donostiarra que acabó mutando en una asistencia a Luis Suárez , quien volvió a batir a Rulli y le dio la vuelta al partido. Messi todavía tendría tiempo de poner el cuarto con el que el Barcelona sentenció.
Que el uruguayo está de vuelta no es nuevo. Apenas pudo parar unos días para recuperarse de las molestias en la rodilla que arrastraba desde el mes de agosto y que habían provocado el peor arranque goleador de su carrera quedó claro en el partido que jugó tras el parón de selecciones de noviembre, cuando le infiltraron con factores de crecimiento. No se perdió ningún partido y en su regreso tras ausentarse con la selección uruguaya -ya clasificada para el Mundial de Rúsia- marcó 2 goles al Leganés e inició una racha que ya alcanza 7 partidos de Liga en los que ha transformado 10 goles. Son los mismos que lleva la BBC en toda la temporada . Solo el Valencia se ha salvado.
Próximos partidos
Ante la Real el 'charrúa' demostró que es un delantero que vale por tres. Tanto dio la asistencia con la que el Barcelona se mantuvo con vida al filo del descanso como se inventó el empate para finalmente encontrar, él solito, el camino de un triunfo que va más allá de los tres puntos. Porque mantiene al equipo, ya campeón de invierno, como el único invicto de Europa y deja al Real Madrid a 19 puntos de distancia.
