La Liga MX se jacta de su sistema de competencia que permite a casi cualquier club acceder a la fase final para pelear por el título. El campeón no se define por puntos y si así fuera, se mantendría el suspenso hasta las últimas fechas por los resultados tan impredecibles.
Sin embargo, en la última década han irrumpido los clubes regios entre la lucha por la grandeza con una forma poco novedosa de hacerse de títulos. La inversión de dos grandes corporativos a nivel nacional: Cemex, con Tigres y Femsa, con Monterrey, ha cambiado la historia del futbol mexicano.
El título de liga ganado por Rayados en 2009, a costa de un nuevo fracaso del Cruz Azul, marcó el inicio de su época. Desde entonces, Tigres, Monterrey o ambos han estado presentes en al menos una final cada año, entre Copa, Liga, Concacaf y Libertadores.
El balance es positivo: 6 títulos ligueros (4 de Tigres, 2 de Monterrey), dos de copa (uno por lado) y tres de Concachampions (Rayados).
La inversión es tan alta y constante que sus plantillas lideran en costo en los últimos siete torneos y claro, sus fichajes extranjeros no solo rompieron el mercado, lo encarecieron; al tiempo que venden bien el concepto del futbol mexicano.
Tigres cuenta con una ofensiva millonaria: Enner Valencia y André Pierre-Gignac. Monterrey tiene a Funes Mori y Dorlan Pabón, dos de los más valiosos de esta liga.
El dinero no lo es todo. Entre los campeonatos también se cuentan fracasos, como la intrascendencia de los felinos en el plano internacional o la incapacidad de Rayados para volver a levantar un trofeo de Liga MX desde 2010.
Esta semana, el equipo de Ferretti, siempre favorito por el nivel de su plantilla, fue eliminado por Toronto FC de la Concachampions; el Mundial de Clubes seguirá pendiente. Mientras el equipo de Mohamed cayó en la Copa MX como campeón defensor.
La ventaja sobre el resto está en la suficiencia de sus plantllas, en la posibilidad de rotar a sus titulares y llegar a la fase final de la competencia en buen estado físico.
La presencia consecutiva en finales prueba que la inversión es necesaria, han cuestionado la grandeza de América, Chivas, Pumas y Cruz Azul con su dominio reciente y los han obligado a abrir la cartera. Como declaró Miguel Herrera cuando buscaba a "su Gignac" o José Luis Higuera al reconocer la desventaja de los rojiblancos en cuanto a poder económico.
Sin embargo, Tigres y Monterrey han perdido finales frente a clubes con proyectos que avanzan por vías distintas. Chivas y Pachuca se construyen como referentes en la formación de jugadores, ambos han ganado la Liga MX recientemente. La prueba de que todavía hay oportunidad para otros caminos hacia el éxito.
